La Unesco declara los palacios de Luis II Patrimonio de la Humanidad
Tras varios años de estudio, la Unesco ha dado finalmente el paso, y ha reconocido los palacios de Neuschwanstein, Linderhof y Herrenchiemsee, promovidos por el rey Luis II de Baviera, como Patrimonio de la Humanidad.

Construidos en la segunda mitad del siglo XIX, tanto “el castillo” de Neuschwanstein como los palacios de Linderhof o Herrenchiemsee y la denominada Schachenhaus, son construcciones indisolubles a la figura de Luis II de Baviera, conocido en español como Rey Loco. Este fue su constructor, pero también el impulsor desde el punto de vista conceptual.
Así lo define la misma Unesco: “Con todos los medios a su alcance, (Luis II) creó escenificaciones artificiales de épocas pasadas (Edad Media, Barroco y Rococó) y lugares lejanos (castillo de Wartburg, Versalles, Oriente, la Gruta Azul de Capri), que le permitían sumergirse en un mundo artístico alejado de las obligaciones de su cargo monárquico”.
Es decir, no importa si el castillo de Neuschwanstein es una construcción moderna alejada del Medievo, o si Herrenchiemsee es una obra barroca concebida dos siglos después de su contexto histórico, y no se valora cuan fidedignas sean las reproducciones, sino que hablamos del mundo de fantasía de un soñador hecho realidad. Así es el conjunto de su obra, ahora protegida por su “valor universal excepcional”. “Todas sus creaciones tienen en común que su única función es ser arquitecturas escenificadas, experienciales o espectaculares para el imaginario poético de sus usuarios”, añade la Organización de las Naciones Unidas en su resolución.
La declaración formal tuvo lugar el pasado 12 de julio, si bien los trámites se habían puesto en marcha varios años atrás.
Neuschwanstein
El palacio de Neuschwanstein es sin duda la construcción más popular de Luis II. Ubicado en un promontorio a las puertas de los Alpes en Algovia (Allgäu), se trata de la reinterpretación de un castillo medieval con la fortaleza de Wartburg como punto de referencia. Inspirado en las óperas de Richard Wagner, Luis II escenificó temas de su obra (Lohengrin, Tannhäuser, Tristán e Isolda, Parsifal…), que, junto con el espectacular paisaje alpino, le permitieron hacer realidad ese mundo poético y experimentarlo visualmente.
Asimismo, también es el lugar donde esta declaración tendrá mayor repercusión, siendo como es uno de los monumentos más visitados de Alemania, y un espacio especialmente sometido a presión turística. El reto en este caso es proteger este monumento y tratar de mantener su esencia y la del paraje.
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Linderhof
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Enclavado en un bucólico valle en los Alpes de Ammer, en Linderhof encontramos “un parque temático” dedicado a Versalles y los tiempos de la Monarquía absoluta francesa. Además del palacio de inspiración barroca, el complejo reúne edificios orientales (quiosco morisco y casa marroquí) y decorados construidos del mundo de Wagner (gruta de Venus, Gurnemanzklause y cabaña de Hunding), todo ello esparcido por un enorme jardín que combina el estilo francés y el más puro carácter alpino.
Cabe recordar en este sentido que la gruta de Venus ha sido reabierta este 2025, tras casi una década de profunda restauración.
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Schachenhaus
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La denominada Königshaus am Schachen o casa del rey en Schachen es sin duda el tesoro más oculto de Luis II. En este caso, hablamos de una cabaña de montaña situada a 1866 metros de altitud, en el macizo Wetterstein en plenos Alpes de Baviera. Se necesitan unas cuatro horas de caminata desde Garmisch-Partenkirchen, con un desnivel cercano a los 1000 metros, lo que la convierte en un lugar para unos pocos privilegiados.
Sorprendentemente, en la planta primera aguarda la Sala Turca, un espacio oriental en el que Luis II acostumbraba a celebrar cada año su aniversario, el día 25 de agosto.
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Herrenchiemsee
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Por último, Luis II construyó el palacio de Herrenchiemsee, enmarcado en la isla homónima del Chiemsee, el lago más grande de Baviera. Este complejo inacabado trató de replicar miméticamente el palacio de Versalles.
El acceso al palacio tampoco es especialmente sencillo, ya que se necesita tomar un barco para acceder a la isla y luego caminar por el bosque hasta el mismo.
Todos estos lugares han sido incluidos en la declaración de la Unesco. El reto, en adelante y principalmente para la Administración, será garantizar la gestión sostenible y su protección a largo plazo.
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