Luigino’s, qué bocatas (en Viktualienmarkt)!

13 marzo, 2014

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Los amantes del bocata y la parada rápida para repostar tienen en Viktualienmarkt un auténtico vergel donde elegir chiringuito. El Luigino’s Bio Feinkost es de lo mejorcito del mercado en esta gama: preparan estupendos sándwiches de pan casero literalmente planchados.

Uno de pavo, queso y calabaza

Más allá de ejercer como punto neurálgico de aprovisionamiento, el mercado central de Múnich, Viktualienmarkt, acoge numerosos y recomendables puestos de comida de todo calibre: desde pescaderías donde comerse unas gambas –algo rarísmo en la ciudad– a bares de copas o puestecillos en los que tomar una sopa o encargar un bocata o una salchicha.

Entre éstos últimos, Luigino’s Bio Feinkost es de lo mejor. Esta parada de la plaza, dedicada en principio al comercio de quesos de producción ecológica, dispone de una amplia vitrina cargada de sabrosos bocadillos. Semipreparados y conservados en refrigerado, los tuestan/aplastan con una rudimentaria pero eficiente plancha sandwichera según demanda, con un resultado sorprendentemente acertado.

Seguramente tenga algo que ver la combinación de ingredientes, quesos, fiambres y verduras de todo tipo, si bien estoy convencido de que el pan casero empleado influye sobremanera. También la contundente plancha.

En cuanto a los precios, es cierto que los sándwiches no son especialmente baratos, pero merece la pena. Parten de los cuatro euros hasta los seis, dependiendo de la combinación de ingredientes. Los tienen vegetarianos.

Nada que reseñar respecto al servicio, que se limita a la rápida atención en mostrador, o el ambiente del local, inexistente por tratarse de un punto de venta callejero. En este sentido, a mi juicio esto no supone un gran problema, ya que es posible sentarse a comer en el biergarten del mismo mercado o, si el tiempo acompaña, darse un paseo en busca de un trozo de césped sobre el que recostarse, por ejemplo en la cercana Gärtnerplatz.

En resumen, una pequeña joyita para encargar bocatas deliciosos en pleno Viktualienmarkt. Por pedir (peras al olmo), sin duda sería aún mejor el asunto si dispusieran de una mayor gama de productos y si los precios fuesen un pelín más bajos.