Mittenwald, montañas y violines
Sin duda uno de los pueblos más bonitos de Baviera, y una excursión de día ideal desde Múnich, Mittenwald es un municipio alpino rodeado de bosques y montañas, bañado por el Isar a los pies del parque natural de Karwendel.
Son varias las listas de internet en las que figura Mittenwald, señalado como uno de los pueblos más bonitos de Baviera y el sur de Alemania. Sin entrar a valorar estas clasificaciones elaboradas por blogueros y periodistas de viajes, lo cierto es que Mittenwald (7500 habitantes) bien merece una excursión de día desde Múnich.
Unos 100 kilómetros al sur de la capital bávara, y justo en la frontera con el Tirol (Austria), Mittenwald es un pueblo cargado de historia enclavado en un fantástico entorno natural.
Por un lado, los amantes del patrimonio cultural y la arquitectura pueden disfrutar de un paseo por el centro histórico, salpicado de enormes casas tradicionales de estilo alpino, con sus estructuras de madera, sus contraventanas de colores y, a menudo, grandes pinturas murales y trampantojos, similares a las que encontramos en pueblos cercanos como Garmisch-Partenkirchen u Oberammergau.
Entre estos edificios, destacan los de las calles Obermarkt y Hochstrasse. En la confluencia de ambas se encuentra la iglesia de San Pedro y San Pablo, con una interesante decoración barroca en su interior.
Unos metros más allá se halla un pequeño pero curioso museo: el Geigenbau Museum, o Museo de la Fabricación de Violines. No es una ninguna salida de tono, ni un espacio friki, ya que Mittenwald es un punto histórico ligado a la producción de instrumentos musicales, en especial violines e instrumentos de cuerda. Todavía hoy permanecen en la pequeña ciudad algunos importantes lutiers.
Un buen paseo por Mittenwald, además, no debería de pasar por alto la calle Untermarkt, así como la plaza de Fritz-Prölß. Las casas y los canales que cruzan las calles de la zona son fantásticos. En la citada plaza, además, encontramos algunos interesantes paneles explicativos, que explican cómo transcurría el transporte de mercancías a través del río Isar, en la antigüedad.
Cabe recordar que Mittenwald fue un importante núcleo comercial, un paso alpino a medio camino entre Venecia, el Tirol y las principales plazas alemanas. Para el remonte de mercancías, se usaron durante siglos embarcaciones de madera, los llamados flösser, que bajaban el torrentoso Isar desde los Alpes hasta Múnich y la llanura bávara.
Entorno natural
Por otro lado, Mittenwald ofrece numerosos atractivos naturales. Su nombre, de hecho, indica su ubicación ”en medio del bosque”. En la cara este, la ciudad está rodeada por el parque natural de Karwendel, con decenas de picos de entre 2100 y 2700 metros. Es posible realizar numerosas excursiones de senderismo por la zona, para lo que se puede tomar el Karwendel Bahn, en el mismo pueblo. Este remonta hasta 2244 metros, y permite realizar numerosas actividades para todo tipo de público.
Más sencillos resultan los paseos hacia el oeste. Desde el mismo centro, por ejemplo, parten algunas excursiones entre bosques, y lagos. A solo 2,5 km se ubica el lago Lautersee, que ofrece unas vistas estupendas del Karwendel. Es posible rodear el lago o seguir caminando por el valle unos pocos kilómetros, hasta el lago Ferchensee. La idea y vuelta desde Mittenwald se completa en unas 2 horas, recorriendo unos 8 km sin demasiado desnivel (unos 200 m en total, de subida y bajada).
Para más información sobre senderismo en Mittenwald, es posible consultar las rutas de la zona en la web (version alemana) del parque natural Alpenwelt Karwendel.
Llegar a Mittenwald desde Múnich
Por carretera, hay unos 100 kilómetros de distancia. Son unos 90 minutos, o dos horas, según el tráfico. Hay que seguir la autopista A95 hasta Garmisch-Partenkirchen, luego atravesar esta ciudad y seguir por la carretera nacional 2 (Bundestrasse 2), que pasa por el pueblo. Es posible aparcar en el mismo centro, en uno de los aparcamientos habilitados (de pago).
En fines de semana, el paso por Garmisch suele comportar atascos importantes. Conviene abandonar la A95 en la salida de Kochel am See. Si transitamos la carretera nacional 11 en dirección sur, atravesamos el precioso lago Walchen y llegamos a Murnau a través de Wallgau y Krün, dos pueblos pequeños pero muy agradables. La carretera es peor (y más corta), pero el paseo compensa.
Llegar en tren es algo complicado. Hay que ir hasta Garmisch-Partenkirchen y allí tomar un regional en dirección Mittenwald o Seefeld in Tirol. Alternativa al tren son los buses de línea entre Múnich e Innsbruck.
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Gisela Conte
Ojala hubiera caído yo en Baviera por casualidad y me hubiera podido quedar. Soy una enamorada eterna de Baviera desde que tenía 16 años y mi padre que era alemán me envió a Diessen a.Ammersee para hacer un año como guest student. Desde ahí quedé prendada por esta hermosa tierra. Años después trabajando para una aerolínea pude ir cada año siempre que me era posible y luego hubo un hiatus de al menos más de 20 años en que no pude volver. Hoy dia vivo
en Barcelona desde hace tres años y desde que me mude a España, mi ritual es ir mínimo una vez al año a Baviera por Noviembre. Mi apego a esa tierra es tal, que no logro entender cómo es que un pedacito de mi corazón está allí. Sobre todo la zona de Allgäu que no se porque me tiene totalmente encantada (creo que no es difícil encantarse con los Alpes Bávaros). Gracias por tu blog . Justo estoy metiendo a Mittenwald (que aun no conozco) en la lista de este próximo año.
Últimamente he viajado sola y por mi cuenta tratando de repasar e ir a lugares donde no había estado o donde siempre quiero volver. Ya estoy preparando mentalmente mi próximo viaje para Noviembre (si COVID lo permite) .