Haxnbauer, regresa el clásico del codillo
Tras superar un inesperado cese de actividad en 2022, el restaurante Haxnbauer ha vuelto al centro de Múnich. Como no, regresan con el codillo de cerdo asado por bandera.
Una buena lumbre de olor inconfundible, una sarta de codillos de cerdo dando vueltas hasta encontrar el punto exacto de asado y un inmenso escaparate para dar buena cuenta de ello. Estos tres ingredientes fueron durante décadas la garantía del éxito de Haxnbauer, algo así como la codillería de Múnich.
Así fue de 1963 a 2022, cuando venció el contrato de alquiler en la emblemática Scholastikahaus, a cuatro pasos de Marienplatz, y el grupo Kuffler acabó cerrando las puertas de Haxnbauer. (Por cierto, el restaurante cerró, pero no así el local, cuya rehabilitación fue costeada por Augustiner y reabrió posteriormente con un concepto similar, aunque con otro nombre y una gestión diferente; Haxengrill).
Nueva ubicación, idéntico concepto
Tras un par de años largos, entre la búsqueda de un nuevo espacio y la remodelación pertinente, Haxnbauer ha reabierto sus puertas este mes de marzo en un local histórico de la calle Tal, igualmente en pleno centro.
El olor a leña ha desaparecido y la máquina de asar codillos no ocupa el primer plano en la nueva casa, pero el concepto original se mantiene, así como gran parte de la carta y la gestión, que sigue en manos del grupo Kuffler.
Codillo y tradición
Obviamente, el centro de la carta lo ocupa el codillo asado, conocido en Baviera con el nombre de Haxn (literalmente y en dialecto, pierna). Lo sirven de cerdo (Schweinshaxe) y de ternera (Kalbshaxe), o incluso en un plato que combina ambas carnes. Lo habitual es pedir medio o una porción, pero también los ofrecen enteros, al peso.
Sobra decir que lo preparan de lujo, con su corteza bien crujiente y acompañado por una reducción de salsa de carne y Knödel, una albóndiga de patata de gran arraigo en la cocina tradicional de Baviera. Adicionalmente, se puede añadir otra guarnición extra.
Más allá del codillo, la oferta de Haxnbauer no difiere demasiado de la mayoría de cartas de restaurantes tradicionales del centro de Múnich. Ofrecen escalope vienés, diferentes tipos de salchichas y alguna otra opción, también para vegetarianos.
Si el menú es similar al de los locales de su entorno, también lo son los precios, que oscilan entre los 20 y los 35€ por un plato principal, mientras que el medio litro de cerveza se acerca peligrosamente a la barrera de los seis euros, de momento sin sobrepasarla.
Sterneckerbräu
Aunque Haxnbauer no tiene absolutamente nada que ver con el pasado del lugar, conviene recordar la dilatada historia de este chaflán del centro de Múnich, en la confluencia del Tal con la pequeña Sterneckergasse. Ya desde el siglo XVI hay constancia de la existencia de una cervecería, la Sterneckerbräu, reformada a principios de siglo XX y que obtuvo cierta notoriedad en tiempos del nazismo.
El motivo es la celebración regular de actos del Deutsche Arbeiterpartei (DAP) tras el final de la Primera Guerra Mundial. Este antiguo partido de extrema derecha fue el embrión del Partido Nazi (NSDAP), y es precisamente en un acto del DAP en la Sterneckerbräu donde Adolf Hitler entró en contacto con sus gentes, ya en 1919.
El edificio sobrevivió a la guerra, pero la cervecería Sterneckerbräu cerró definitivamente sus puertas en 1957. Desde entonces, había funcionado como un local comercial, en los últimos años dedicado a productos de electrónica y telefonía.
Más información:
Tal 38
Web: www.kuffler.de/de/haxnbauer
Abierto a diario; lunes a viernes de 11:30 a 23 horas, sábados de 11 horas a medianoche, domingos de 11 a 22 horas
Transporte público:
S-Bahn líneas 1-8, U-Bahn U3 o U6, Bus 52. Paradas en Marienplatz
