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Estación fantasma Olympaistadion

Historia de una estación fantasma

Construida con motivo de los Juegos Olímpicos del 72, la antigua estación de tren Olympiastadion cayó lentamente en desuso hasta su cierre definitivo en 1988. Aunque protegida a nivel patrimonial, es hoy una verdadera ruina.

El antiguo vestíbulo de acceso de la estación de cercanías, abandonada. /@jordi_orts

En la tarde del 26 de mayo de 1972, en plena Guerra Fría, el Estadio Olímpico de Múnich acogió el primer evento deportivo de su historia: fue un partido de fútbol entre la República Federal Alemana y la Unión Soviética, que se saldó con un 4 a 1 a favor de los alemanes y con una fiesta por todo lo alto.

Era la primera vez desde 1940 que Múnich celebraba un partido de la selección nacional, y por aquel entonces la ciudad se preparaba para albergar, unas semanas más tarde, los Juegos Olímpicos de Verano. Para ello se había diseñado una modernísima infraestructura alrededor de un gran parque de 90 hectáreas al norte de la ciudad, Olympiapark.

Ante las aglomeraciones previstas, Múnich optó por reforzar al máximo su red de transporte público. Se construyeron varias paradas de metro (U-Bahn) y tranvía en las inmediaciones del parque olímpico, así como una estación de tren de cercanías (S-Bahn), la cual llegaba directamente desde la Estación Central de Trenes y aprovechaba un antiguo trazado ferroviario, que ya desde el siglo XIX había servido para conectar Múnich con Landshut.

Concluidos los Juegos, las paradas U-Bahn se mantuvieron operativas en el marco de las nuevas líneas hacia el norte y el oeste de la ciudad, si bien la estación de S-Bahn München Olympiastadion, que finalizaba en el propio recinto olímpico, perdió rápidamente su operatividad.

Uso puntual en los 70

Ya desde el 72 se reservó su uso a momentos puntuales de gran afluencia de público al Olympiapark. Algunos hubo, como el verano de 1974 en el que Múnich volvió a acoger un gran evento deportivo con la Copa del Mundo de Fútbol. Nueve sedes tuvo aquel Mundial repartidas por todo el país, aunque el Olympiastadion de Múnich fue el epicentro, al acoger los partidos decisivos con la final (en la que Alemania ganó 2 a 1 a los Países Bajos de Cruyff y Neeskens) y el partido por el tercer puesto.

Acabada la fiesta del deporte, la estación volvió a perder sus pasajeros, y su uso fue esporádico durante el resto de la década y hasta bien entrados los años 80.

Días de partido en los 80

La estación en 1984 . /FRITZ F. CC

Teniendo en cuenta que el FC Bayern disputaba sus partidos como equipo local en el Olympiastadion de Múnich, la estación volvió a ponerse en marcha de forma regular entre 1984 y 1988. 

Todos los días de fútbol en el Olímpico circulaban algunos S-Bahn especiales, pero también en otro tipo de jornadas y grandes eventos organizados en la zona. Como las Jornadas Católicas del 84 o la Eurocopa de Fútbol de 1988, que volvió a repetir final en Múnich.

No obstante, tras la Eurocopa y un accidente en las vías de tren se precipitó el desenlace: la estación echó el cierre en julio del 88 y los trenes abandonaron el trazado.

Con los años, la maleza se ha ido apoderando de las vías del tren, los abedules han crecido sobre el cemento de los andenes y el edificio principal de acceso, aunque protegido urbanísticamente, se ha convertido en una auténtica ruina. 

El futuro no apunta a una recuperación del ferrocarril, pues la zona sigue relativamente bien cubierta por el U-Bahn y los planes de los últimos gobiernos del SPD han apuntado siempre a la reconversión del trazado en una especie de vía rápida para ciclistas. De momento, las vías siguen ahí, abandonadas, mientras la naturaleza intenta recuperar el terreno perdido. El reloj de la estación ya no marca las horas. ¿El reloj? El reloj ni siquiera existe. 


Más información:

80992 Múnich

Aterrizado en Múnich por casualidad y establecido por convencimiento, Jordi es un periodista reconvertido felizmente a guía. Editor de Muniqueando y colaborador freelance en varias revistas, ha convertido su pasión por los viajes (y por Baviera) en una profesión. Es guía oficial de Múnich y socio en Bayern a medida. En temporada alta pasa más tiempo en los Alpes que en su casa. Adora los tours por Múnich, especialmente si son en bicicleta.

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