Zwickl: ‘pflanzerl’, así sí
A cuatro pasos de Marienplatz, el Zwickl no es un restaurante para todos los públicos. Ahora bien, los más osados y los amantes de la gastronomía bávara en toda su dimensión sabrán apreciar su excelente surtido de ‘pflanzerl’.
“Una pflanzerl y una cerveza”, reza con precisión el lema de Zwickl. Si no existen dudas sobre lo que nos espera al cruzar por la puerta, la experiencia culinaria en este restaurante puede ser maravillosa.
En efecto, esta pequeña pero sofisticada taberna bávara se dedica exclusivamente a preparar diferentes tipos de pflanzerl, conocidas en el resto de Alemania como frikadellen. Se trata de una especialidad local por lo general preparada a partir de una masa de carne picada, la cual recuerda a una albóndiga o a una hamburguesa.
Ahora bien, aunque solamente preparan pflanzerl, lo hacen de diferentes formas: con carne de pollo, cerdo, ternera, cordero, venado, pato, de pescado o vegetales.
Los platos de la carta están cuidadosamente elaborados y rematados con cierto mimo, por lo general con guarniciones a base de verduras de temporada. Cada referencia tiene su propia guarnición y la casa trata de combinarlas con diferentes salsas caseras.
La materia prima es de garantía y los precios son muy correctos, con algunos principales por debajo de los 10 euros y otros a tocar de los 20. Qué menos.
La cervezas de la casa son la Paulaner y la Hacker-Pschorr, y disponen de una pequeña carta de vinos: alemanes, austriacos e italianos.
El local, aunque enano, emana cierto confort, a pesar del espacio reducido y la presencia de algunas incómodas mesas altas. La decoración en madera, el toque contemporáneo y la limpieza del lugar son determinantes.
La ubicación es inmejorable, en una de las placetas que hay a espaldas de Viktualienmarkt, en pleno centro histórico.
Del servicio, está claro que este apartado no es el punto fuerte de la oferta gastronómica local, pero es lo que hay. Es posible que notemos cierta aspereza al entrar, especialmente si no se habla alemán y no se dispone de una reserva de mesa. Nada que no se arregle con una sonrisa permanente y un buen encargo a cocina, que probablemente termine por ablandar al camarero de turno.
En resumidas cuentas, Zwickl es posiblemente el mejor restaurante de Múnich en cuanto a pflanzerl se refiere, que no es poco; un bar a evitar, en cambio, si la idea de probar una de estas típicas bolas de carne no nos atrae. Avisados quedáis.
Más información:
Dreifaltigkeitsplatz 2
www.zwickl-muenchen.de
De lunes a sábado de 11 a 23 horas. Domingos y festivos, cerrado
Valoración de Zwickl en Tripadvisor
Cómo llegar:
S-Bahn líneas 1-8, U-Bahn U3 o U6, Bus 52. Paradas en Marienplatz
Rocio Vigne
Qué rico! Habrá que probarlo. Gracias por compartirlo!