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Bajar el Isar en barca

Singular como pocas, bajar un trecho del río Isar en bote es una refrescante experiencia acuática para el verano. El tramo más próximo a Múnich, partiendo de Schäftlarn, ofrece variantes para todo tipo de público.

'Floß' bajando el Isar

‘Floß’ bajando el Isar


Hacía tiempo que había escuchado hablar de los populares hinchables que descienden por el Isar hasta Múnich, pero no ha sido hasta este verano que he podido probar la experiencia in situ. Sin lugar a dudas, bien merece una recomendación. Aquí algunas alternativas para organizar la excursión:
Paulatinamente más sereno a medida que se aleja de las montañas, existen numerosas empresas que ofrecen actividades de ocio en relación con el cauce del río Isar. Mientras la oferta de rafting se concentra en la zona prealpina, son muchas las opciones de alquiler de barcas para descender tranquilamente en la zona fluvial comprendida entre Bad Tölz y Múnich.
Con material alquilado
El trayecto más sencillo y asequible partiendo desde Múnich es el comprendido entre Schäftlarn y el camping de Thalkirchen, ya de vuelta en la ciudad. Es posible alcanzar el río (donde se queda previamente con el alquilador) usando el transporte público, en concreto el S-Bahn S7 en dirección a Wolfratshausen. Lo ideal es bajarse en Ebenheusen-Schäftlarn y caminar un par de kilómetros en dirección al monasterio del pueblo, ya prácticamente a orillas del río.
El punto de encuentro para iniciar la bajada, cuando se alquila un bote, acostumbra a ser el Bruckenfischer. Éste se encuentra a unos 20 kilómetros del Floßlände, punto y final del recorrido (obligado, si se va de alquiler), junto al camping municipal de Thalkirchen.
Descendiendo por el Isar

Descendiendo por el Isar


Existen varias empresas en internet que alquilan el material necesario. Isar Piraten o Bavariaraft se centran en tramos anteriores, pero hay otras como Action & Funtours o Dr. Boot. Ante la falta de disponibilidad en la competencia, cuyo material parecía algo más moderno y permitía las reservas online, nos decantamos finalmente por Dr. Boot.
El material, algo castigado, nos pareció simplemente correcto, así como los procedimientos a la hora de entregarlo y recogerlo.
Sobre los precios, son similares en todos los casos: hay canoas para dos personas a partir de 55 €, así como barcazas de hasta 10 o 12 plazas por unos 150 €, incluyendo palas para remar y un rudimentario bote estanco para proteger del agua el material sensible.
El recorrido entre Schäftlarn y Múnich se prolonga unos 20 kilómetros y es totalmente tranquilo. Permite diversas paradas en playas fluviales de piedra, de menos a más frecuentadas según uno se acerca a la ciudad. El nivel del agua es realmente bajo y la corriente suave, aunque no es necesario remar con fuerza para conseguir llegar abajo en menos de cuatro horas.
La cerveza se acostumbra a colar en la fiesta

La cerveza se acostumbra a colar en la fiesta


Es imprescindible saber que se necesita bajar un par de veces de la barca, para evitar presas que pueden ser peligrosas. Están debidamente señaladas y en el caso de ir de alquiler se facilita un mapa explicativo.
Ya en el tramo final, los hinchables confluyen con los robustos floss, los botes de madera que abarrotan el río en días festivos durante el verano.
‘Floß’
Las embarcaciones de madera han formado parte del paisaje del Isar desde la Edad Media. Usadas tradicionalmente para el transporte de personas y mercancías, hoy en día son una atracción turística sin parangón.
'Floß' a su llegada a Múnich

‘Floß’ a su llegada a Múnich


Estos floss rozan los 20 metros de longitud y llegan a pesar otras 20 toneladas. Ensambladas a base de grandes troncos de madera, las actuales tienen capacidad para hasta 60 personas.
Es frecuente el alquiler completo de estas balsas, por parte de empresas a modo de incentivo para sus trabajadores. En ocasiones las fletan touroperadores, si bien no es imposible el sumarse por parte de viajeros individuales. En este caso, es imprescindible que haya un barco confirmado y con plazas en la fecha de interés.
Para viajeros individuales, el trayecto completo entre Wolfratshausen y Múnich viene a costar unos 150 € por persona, e incluye el descenso, barra libre de cerveza, brotzeit y música en directo durante todo el descenso. Contratar un barco completo para unas 60 personas viene a costar unos 6.000 €.
Barcas de compra
La opción más rudimentaria de todas es la de comprar un hinchable económico y descender por cuenta propia el tramo del río deseado. Vienen a costar lo mismo que si se alquilan, aunque el transporte anterior y posterior puede resultar engorroso. Hay que tener en cuenta que algunos puntos de la bajada pueden ser peligrosos si se desatienden las señales, por lo que conviene informarse debidamente antes de echarse al agua. Las presas son frecuentes y hay tramos en los que hay que pasar al canal paralelo al río.
Otro elemento en contra de esta opción puede ser el bajo nivel del agua, por lo que los pinchazos en colchonetas de baja calidad son frecuentes al impactar contra los cantos rodados y la vegetación del lecho.

Aterrizado en Múnich por casualidad y establecido por convencimiento, Jordi es un periodista reconvertido felizmente a guía. Editor de Muniqueando y colaborador freelance en varias revistas, ha convertido su pasión por los viajes (y por Baviera) en una profesión. Es guía oficial de Múnich y socio en Bayern a medida. En temporada alta pasa más tiempo en los Alpes que en su casa. Adora los tours por Múnich, especialmente si son en bicicleta.

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