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Theatinerkirche, la iglesia de San Cayetano

Oficialmente San Cayetano, Theatinerkirche no pasa inadvertida para el transeúnte, por ser la “iglesia barroca de color amarillo intenso” que domina Odeonsplatz. Fue erigida a finales del siglo XVII de la mano de los príncipes electores Fernando María de Baviera Enriqueta Adelaida de Saboya, en agradecimiento por el nacimiento de su primer hijo barón y heredero.

Fachada de la Theatinerkirche
Fachada. /@miguellglcfoto

Después de casi doce años de matrimonio (habían sido casados siendo adolescentes), en verano de 1662 los príncipes Fernando María y Enriqueta Adelaida por fin lograron aquello que la familia había estado esperando durante años: traer al mundo un hijo varón y por tanto un heredero para el Electorado de Baviera.

Cumpliendo con una promesa y en agradecimiento por el nacimiento de su hijo Maximiliano Emanuel, Fernando María y Enriqueta Adelaida impulsaron entonces la construcción del claustro y la iglesia de la corte de San Cayetano, que supuso la introducción en la ciudad de la Orden de Clérigos Regulares, cuyos miembros son conocidos como teatinos (en honor a su fundador San Cayetano de Thiene). 

Templo barroco

Ubicada en el extremo norte del centro histórico, frente a la Feldherrnhalle en Odeonsplatz, esta iglesia es un excelente ejemplo de arquitectura barroca. Está inspirada en la basílica de San Andrés della Valle, sede central de la orden teatina en Roma, y fue construida a lo largo de dos décadas entre 1663 y 1688, con una modificación de la fachada ejecutada 100 años más tarde (1765-68).

La obra dispuso de varios maestros de obra, Agostino Barelli, Enrico Zucalli o el teatino Antonio Spinelli. Los dos primeros fueron además arquitectos responsables de la construcción del Palacio de Nymphenburg, también promovido por Fernando María y Enriqueta Adelaida.

No son los únicos artistas de renombre que trabajaron en la iglesia, enriquecida posteriormente. El escultor Ignaz Günther es el responsable de las esculturas de la fachada, obra a su vez de François Cuvilliés, ambos dos figuras clave del rococó bávaro.

Interior de la Theatinerkirche. /@miguellglcfoto

En cuanto a la decoración, la fachada lucida en color amarillo ocre contrasta enormemente con un interior monocromático en blanco, que consigue un potente efecto de claroscuros gracias a la rica ornamentación de prácticamente todos los elementos constructivos.

La iglesia tiene planta de cruz, 72 metros de largo por 15 de ancho y 28 de alto. En la parte central dispone de una cúpula de tambor, típicamente barroca, de 70 metros de altura. Las torres miden 64 metros.

Planta de la iglesia. / WEB

El altar mayor tuvo que ser reconstruido tras la II Guerra Mundial, siendo modificados algunos elementos. Incorpora un órgano diseñado en 1961 y está flanqueado por cuatro figuras de los evangelistas.

Junto a la iglesia, se ubica el antiguo claustro de los teatinos, en servicio hasta la desacralización de 1801. Las instalaciones actuales acogen diferentes espacios, desde comercios a la Consejería de Enseñanza y Culto de Baviera, a la que se accede desde la calle posterior (Salvatorstrasse).

Iglesia de Corte

Por otro lado, como iglesia de Corte que es, San Cayetano acoge las sepulturas de varios duques y monarcas bávaros pertenecientes a la dinastía Wittelsbach. Es el caso de los mismos Fernando María y Enriqueta Adelaida, pero también de su hijo Maximiliano Emanuel, del duque Maximiliano III, el rey Maximiliano I y su esposa la reina Carolina, el príncipe regente Luitpold o su nieto el príncipe Ruperto. La mayoría descansan en la cripta, aunque algunos lo hacen en capillas laterales.

A día de hoy, la Theatinerkirche ofrece varias misas diarias, a primera hora de la mañana (7 y 8h) y a última de la tarde (sobre 17:30 h). La iglesia permanece abierta a diario y su acceso es gratuito. Las visitas turísticas son posibles fuera del horario de servicios religiosos.


Más información:

Odeonsplatz

www.theatinerkirche.de

Cómo llegar:

U-Bahn U3 o U6; U4 o U5. Parada en Odeonsplatz


Aterrizado en Múnich por casualidad y establecido por convencimiento, Jordi es un periodista reconvertido felizmente a guía. Editor de Muniqueando y colaborador freelance en varias revistas, ha convertido su pasión por los viajes (y por Baviera) en una profesión. Es guía oficial de Múnich y socio en Bayern a medida. En temporada alta pasa más tiempo en los Alpes que en su casa. Adora los tours por Múnich, especialmente si son en bicicleta.

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