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Múnich y Juegos Olímpicos

En las últimas horas el olimpismo ha vuelto a escena en Baviera, a tenor del rechazo ciudadano en referéndum a la candidatura de Múnich para los Juegos Olímpicos de 2022. Pero la relación, no siempre idílica, viene de largo.

Logo de Múnich 72. /WEB

Logo de Múnich 72. /WEB

Además de suponer una enorme sorpresa, el No ciudadano en el referéndum celebrado en Múnich el domingo 10 de noviembre, ha vuelto a poner de manifiesto la intensa relación entre la ciudad, Baviera y el olimpismo. Un vínculo que viene de largo y que nunca fue sencillo.

Aunque todos recuerden la celebración en Múnich de los XX Juegos Olímpicos de Verano en el año 1972, lo cierto es que todo comenzó mucho antes. Concretamente, en el 1936, año de los IV Juegos Olímpicos de Invierno en la ciudad bávara de Garmisch-Partenkirchen (90 km al sur de la capital).

Garmisch-Partenkirchen 36
En pleno Tercer Reich y en un contexto político de calma tensa, justo unos meses antes de los Juegos de Berlín, para las celebraciones de Garmisch-Partenkirchen se construyó un pionero estadio olímpico bajo los parámetros arquitectónicos del nazismo. Una instalación, por cierto, que todavía perdura junto al moderno salto de esquí recientemente erigido.

En todo caso, los Juegos estuvieron exentos de grandes polémicas extradeportivas, dejando como anécdotas la introducción de modalidades de esquí alpino o las cuatro medallas del noruego Ivar Ballangrud. Su contribución, de hecho, fue decisiva para aupar a Noruega al primer puesto del medallero, seguida por la Alemania nazi. Y es más, si no hubiera sido por la guerra, Garmisch-Partenkirchen hubiese acogido nuevamente los Juegos Olímpicos de Invierno en 1940, finalmente no celebrados.

Múnich 72
Y del nazismo a la Guerra Fría. La que se había de convertir en la gran cita internacional para la República Federal Alemana y de alguna forma simbolizar su redención tras la Segunda Guerra Mundial, los XX Juegos Olímpicos de Verano en la ciudad de Múnich, terminó dejando un regusto amargo.

Por un lado, los Juegos supusieron un gran empujón hacia la modernidad para Múnich, que presentó al mundo unas instalaciones olímpicas vanguardistas incluso vistas desde nuestros días. Se dispuso una completa red de metro, se aceleró la reconstrucción y modernización urbanística muniquesa, incluso se trabajó duro a nivel de diseño presentando un atractivo logotipo y, por primera vez, una mascota como elemento identificativos de los Juegos.

Waldi, la mascota olímpica del 72

Waldi, la mascota olímpica del 72

En lo deportivo, este gran evento dejó hitos históricos que han perdurado durante décadas, como las míticas siete medallas de oro en natación conseguidas por Mark Spitz, una marca batida finalmente por Phelps en Pekín 2008. También quedaron patentes algunos retazos de la Guerra Fría, como la polémica final de baloncesto entre Estados Unidos y la URSS.

No obstante, si hay un elemento que pasó a la historia en relación con los Juegos Olímpicos de Múnich fue el triste atentado contra la delegación israelita. La denominada Masacre de Múnich, perpetrada por el grupo terrorista Septiembre Negro, terminó con la muerte de diecisiete personas: once deportistas israelíes, cinco terroristas y un policía alemán.

Imagen del atentado. /CAPTURA DE PANTALLA WEB

Imagen del atentado. /CAPTURA DE PANTALLA WEB

A punto estuvieron los Juegos de suspenderse, si bien siguieron adelante, de la misma forma que las instalaciones olímpicas, enmarcadas entorno al Olympiapark, han venido utilizándose de forma intensiva hasta nuestros días (los diferentes pabellones acogen actuaciones musicales o ferias; el estadio funcionó al servicio de los clubes de fútbol locales durante años y hoy acoge conciertos y eventos deportivos internacionales; la piscina es de uso público; la villa olímpica se ha convertido en villa universitaria, etc).

Al margen de consideraciones deportivas y como anécdota, de cara a la designación de Múnich como ciudad candidata en el 72, esta tuvo que enfrentarse a otras tres grandes capitales en el proceso de selección. Entre ellas Madrid, que en la primera ronda quedó solamente cinco puntos por debajo de la capital bávara.

Múnich 2022
Dada la tradición olímpica de la ciudad, Múnich intentó sin éxito acoger los Juegos Olímpicos de Invierno de 2018, para intentarlo de nuevo con los de 2022. Se decidió en cualquier caso la celebración de una consulta ciudadana vinculante, celebrada el 10 de noviembre de 2013 y en la que pudieron votar todos los residentes en Múnich mayores de edad y miembros de países de la Unión Europea (entre ellos los vecinos de nacionalidad española).

Cartel a favor de los Juegos de 2022 en Múnich. /WEB

Cartel a favor de los Juegos de 2022 en Múnich. /WEB

Por un estrecho margen seguramente influenciado por la escasa participación (inferior al 30%), la ciudadanía optó por la no presentación de la candidatura de Múnich para los Juegos Olímpicos de 2022, cerrando de esta forma las posibilidades de reeditar la celebración de otros juegos en Baviera en los próximos años.

Cartel contra los Juegos. /WEB

Cartel contra los Juegos. /WEB

Aterrizado en Múnich por casualidad y establecido por convencimiento, Jordi es un periodista reconvertido felizmente a guía. Editor de Muniqueando y colaborador freelance en varias revistas, ha convertido su pasión por los viajes (y por Baviera) en una profesión. Es guía oficial de Múnich y socio en Bayern a medida. En temporada alta pasa más tiempo en los Alpes que en su casa. Adora los tours por Múnich, especialmente si son en bicicleta.

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