Borstei
Borstei es uno de esos lugares ocultos de Múnich que, lamentablemente, pasa inadvertido en la actualidad para muchos de sus ciudadanos. Sin sensibilidad por la arquitectura y el urbanismo, mejor ni acercarse. Con interés por ambas, se convierte en imprescindible.
Construido entre 1924 y 1929, el complejo residencial de Borstei es uno de los mejores ejemplos de arquitectura de los años 20 del siglo XX en Múnich, concebido para mejorar las condiciones de vida de sus residentes –la incipiente clase media derivada del desarrollo industrial–.
En palabras de Bernhard Borst, promotor y arquitecto de la urbanización, la idea central de la misma era la de conseguir el “alivio del ama de casa”. O lo que es lo mismo, se trata de un complejo revolucionario que ya en su época incluía calefacción central, servicio de limpieza, garajes (también para bicis o carritos) o baños y cocinas equipados, así como un espacio central –una plaza– pensado como centro comercial. Esta filosofía sigue hoy presente en el lugar, poblado por todo tipo de vecinos, aunque con una importante carga bohemia que se respira en sus tranquilos patios interiores. Por ejemplo, los comercios históricos siguen funcionando en la plaza central, así como el apacible Cafe Borstei o el servicio de guardería, municipal.
En datos, Borstei ocupa una superficie aproximada de 70.000 metros cuadrados con sus 77 bloques pareados, en los que hay 773 apartamentos catalogados ahora como históricos. Dispone de siete tranquilos patios con zonas de juegos, comercios y un conjunto de esculturas y fuentes. Se ubica en el distrito de Moosach, en su época totalmente a las afueras de Múnich, justo al lado del Mittlerer Ring en el cruce entre las calles de Dachau y Landshut (Landshuter Allee).
Castigado por el paso de los años y alejado de la arquitectura espectacular de la contemporánea Bauhaus, la fachada principal desde la Dachauer Strasse, con sus descoloridas fachadas de color amarillo, apenas llama la atención del viandante –por lo general vecinos del barrio, dada su ubicación–. Una vez dentro, es muy probable que cambie la impresión de aquel curioso que se acerque al lugar a dar un paseo. Especialmente si se trata de una persona interesada en la arquitectura y el urbanismo –de hecho la visita a Borstei no es nada recomendable para aquellos que no sientan curiosidad por el tema, pues harán un viaje de 20 minutos en tranvía en balde–.
Si una vez recorridos los patios se quiere más, siempre existe la posibilidad de visitar el Museo Borstei, en la misma urbanización y cuya entrada es gratuita. Asimismo, cabe mencionar que Borstei serviría de inspiración para muchas otras urbanizaciones concebidas en Múnich con posterioridad. Algunas de ellas las encontramos en el distrito vecino de Neuhausen-Nymphenburg.
Más información y visitas al museo:
Dachauer Strasse 140
www.borstei.de
Sobre el Borstei Museum, la entrada es libre y su horario reducido: martes, jueves y sábados de 15 a 18 horas. Se puede recabar más información y visualizar imágenes antiguas en su página web: www.borsteimuseum-muenchen.de
Cómo llegar:
Tram 20 y 21. Parada Borstei
U-Bahn U1. Parada en Westfiedhof, para seguir caminando unos 700 metros por la Baldurstrasse en dirección Dachauer Str.
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