St. Bonifaz
Más bien poco conocida, la iglesia de la abadía de San Bonifacio es una de las más interesantes que encontramos más allá del centro histórico muniqués. Acoge la tumba del rey Luis I, impulsor del claustro que todavía hoy perdura.
Como el barrio de Maxvorstadt en su conjunto, la abadía benedictina de San Bonifacio (St. Bonifaz) fue proyectada durante la primera mitad del siglo XIX, en tiempos del rey Luis I.
El claustro, que todavía hoy funciona en el centro de Múnich –pertenece ahora al monasterio de Andechs–, dispone de una preciosa iglesia de estilo neorománico. Las arcadas de la fachada principal de la misma, en ladrillo rojo, servirían de inspiración para Leo von Klenze de cara a la construcción de la catedral católica de Atenas (San Dionisio Areopagita). St. Bonifaz, en cualquier caso, no fue una obra de Klenze sino de su coetáneo Georg Friedrich Ziebland.
Iniciada en 1835 y oficialmente consagrada en el año 1850, tanto la iglesia como el resto de las instalaciones de la abadía fueron dañadas durante la Segunda Guerra Mundial, lo que obligó a una reconstrucción contemporánea que ha terminado por transformar el interior. En este proceso, se instalaría en 1977 un moderno órgano.
Por otro lado, la iglesia de San Bonifacio sigue acogiendo la tumba de su protector, el rey Luis I de Baviera. Este es el gran promotor inmobiliario de los compases iniciales del Reino de Baviera, impulsor de gran parte de las instalaciones de Maxvorstadt. Es el caso de la Königsplatz, las dos pinacotecas iniciales, la Universidad y Ludwigstrasse con la iglesia del mismo nombre, así como la Siegestor o la Feldherrnhalle.
Más información y horarios:
Karlstrasse 34
Cómo llegar:
U-Bahn U2. Parada Königsplatz
Tram 27 y 28. Parada Ottostrasse