Jardines de cerveza
Gastronomía bávara, bancos de madera, castaños, gentío… y cerveza, mucha cerveza. Eso es, a grandes rasgos, un biergarten. En Múnich, lugar de origen, los jardines de cerveza se cuentan por decenas. Lógicamente, la temporada alta se corresponde con el verano.
El 4 de enero de 1812 el rey de Baviera, Maximiliano I, emitía el decreto que supondría la consagración de los jardines de cerveza tal y como los entendemos en la actualidad. Rezaba: “Los productores locales de cerveza podrán ofrecer su propia cerveza para consumo inmediato en sus bodegas (Märzenbierkeller) durante los meses de junio, julio, agosto y septiembre. Podrán servir cerveza y pan a sus huéspedes. Tienen explícitamente prohibida la venta de comida y otras bebidas”.
Era el punto y final a una batalla iniciada décadas atrás, cuando los fabricantes de cerveza trasladaron parte de su producción a las laderas del río Isar, donde crearon los Märzenbierkeller o Bodegas de verano para la producción y refrigeración de sus cervezas durante los meses más cálidos. Es en estos lugares donde emergería pronto una cultura de consumo de cerveza junto a la bodega, que los restauradores tradicionales percibirían como una amenaza para sus negocios.
La decisión salomónica de Maximiliano I, de permitir vender cerveza pero no comida en los biergärten –plural de biergarten–, ha supuesto que todavía hoy éstos sean lugares donde el cliente puede llevar su propia comida.
Eso sí, en la actualidad y con la proliferación de jardines de cerveza en Múnich y Baviera –entre primavera y otoño surgen casi en cada esquina-, la inmensa mayoría ofrecen también su propia comida, ya sea en forma de autoservicio, con un restaurante tradicional bávaro o mediante la prestación de ambos servicios.
Por lo general, las mesas reservadas a la zona de restaurante están debidamente señalizadas, con un cartel o por el uso de un mantel para cubrir la mesa –que además no suele ser un banco alargado-. En éstas, el cliente no puede traer su propia comida.
Jardines originales
Todavía hoy se conservan en Múnich algunos de los biergärten originales del siglo XIX. Es el caso del Augustinerkeller, junto a la estación central de trenes; el Hofbräukeller en Haidhausen; el Hacker-Pschorrkeller, en la zona de Theresienwiese; o el de Paulaner en Nockherberg. El Löwenbräukeller, en Stiglmaierplatz, data de finales del siglo XIX.
Más información:
Muniqueando: Cinco ‘biergärten’ especiales (lejos del centro)
Muniqueando: Selección de Biergärten (II)
Muniqueando: Selección de Biergärten (I)
Web conmemorativa de los 200 años de jardines de cerveza (1812-2012), en inglés
Relación de Biergärten en la web oficial de Múnich (en alemán): http://www.muenchen.de/essen-trinken/biergaerten-uebersicht.html
*primera actualización, junio de 2012; última actualización, 25 de julio de 2013
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deigote
Pecado dejar fuera una maravilla como el Hirschgarten ;-)! Que además tiene fama de ser el más grande de Baviera y uno de los más antiguos :-).
J.O.
Gracias amigo por tu comentario, la verdad es que con tantos posts sobre ‘biergärten’ es un caos encontrarlos. Lo tienes en un post anterior, como uno de mis favorito: http://muniqueando.com/2012/06/22/seleccion-de-biergarten-ii/ (lo verás el primero de todos). Por cierto, es un pasote, em efecto, el más grande de Europa. Nos leemos!!!! (gracias por tu comentario una vez más)
deigote
Te sigo desde hace poco y por eso no lo había visto 😀 un saludo y enhorabuena por el blog.
J.O.
Lo dicho, un lujo vuestros comentarios. Nos vemos en el Hirschgarten 😉
(el blog empieza a tener un porrón de entradas y cuesta orientarse… es tut mir leid)
M. Gómez-Hanslmaier
Mi preferido es el Aumeister, lo encuentro muy acogedor. Tiene algo especial el ver como la gente lleva su merienda, extiende su mantelito sobre la mesa y permiten que un extraño se siente a su lado. El recuerdo de la escritora Lena Christ unido al Floriansmühle en el Aumeister (donde trabajó como cocinera) perdura en este Biergarten, pure Gemütlichkeit! <3. Casualmente vi un Link tuyo en 'El Pais' que me trajo a este blog, me parece interesante. Lo seguiré visitando, puede que descubra sitios que en los 52 años de viviencia en Múnich, aún no conozca. Un cordial saludo desde Schwabing.
J.O.
Muchas gracias por tu comentario, fantástico. Nos leemos #muniqueando
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