Uno de los cafés con más solera de Neuhausen, Ruffini es una elección excelente para tomar algo, menos interesante para comer. El ambiente es de lo mejor del barrio, el servicio es atento y la comida comprometida, quizás algo sobrevalorada.
Al Café Ruffini de Múnich no se llega por casualidad. En la calle del mismo nombre, uno de esos lugares de Neuhausen en los que nunca ocurre nada, aparece el Ruffini en una esquina disfrazado de hotel familiar de playa. Fachada de color blanco nuclear y enorme rótulo de color azul que no termina de invitar a pasar.
Al traspasar la puerta, encontramos una atmósfera sorprendente, casi intelectual. Espacio –mediano- relativamente diáfano, gente departiendo sin levantar la voz, muchos de ellos con un latte macchiato y un periódico entre las manos. A la vieja usanza, con zona de cafetería barra incluida.
Aunque abren cada día hasta la medianoche, excepto lunes, el Ruffini seguramente sea el local indicado para café, con pasteles exquisitos y un ambiente y servicio que merecen la pena. No en vano, puerta con puerta disponen de una confitería en la que venden para llevar sus artesanales tartas, así como la selección de vinos de la casa traída directamente desde Italia. No es extraño ver a la clientela de este segundo local haciendo cola en la calle, en las horas punta de los fines de semana.
Por otro lado, si el surtido de dulces es excelente y sus precios no se disparan –entre 2,5 y 3,5 euros por pastel-, con la comida no termina de cumplirse la regla. En Ruffini disponen de una pequeña carta acompañada con un menú del día, en el que además de vinos caben todo tipo de platos convergentes con la filosofía familiar: cocina mediterránea, vegetariana, bio o saludable.
Sin desmerecer una preparación y una presentación esmeradas, lo cierto es que tras el almuerzo queda la sensación de que los precios no son baratos -entre 10 y 20 euros-, teniendo en cuenta el tipo de local, la ubicación, el tamaño de las raciones y el de las facturas en la mayoría de sitios similares en Múnich.
Sea como sea, Café Ruffini es un bar que destaca por su atmósfera y servicio, por su compromiso –está gestionado por una empresa familiar-,y que resulta idóneo para desayunos o para tomar el Brunch en las mañanas de domingo acompañados de la flor y la nata del vecindario de Gern. También para tomar una copa de vino, especialmente en los días de verano en los que su terraza, efectivamente, parece la de un tranquilo hotelito en la costa italiana. No le falta programación cultural propia durante la mayor parte del año.
“Un café a la vieja usanza en Neuhausen”
Más información:
Abierto de martes a domingo de 10 a 24 horas; pastelería, abierto hasta 17 horas
Transporte público:
U-Bahn U1. Paradas en Rotkreuzplatz o Gern
Tranvía 12. Parada en Neuhausen