Con un crecimiento demográfico sostenido, y sometida a presión inmobiliaria, Múnich ha emprendido un puñado de grandes obras que deberían de transformar la ciudad, como pronto en una década. Aquí una selección de las más gordas, todas ellas en el centro.
Múnich crece, en todos los sentidos. En habitantes –1,54 millones en 2016; 1,21 millones en el año 2000–, sí, pero también urbanísticamente, económicamente, incluso turísticamente. O en casi todos. Porque todo parece evolucionar menos sus infraestructuras, que se han quedado obsoletas en muchos sentidos.
Entre otros, faltan viviendas que alivien la escasez de la oferta y, a poder ser, el disparatado coste; se necesitan nuevas líneas de transporte público, y, sin duda ninguna, urge una importante renovación de la red existente de metro y trenes de cercanías, cuya planificación actual responde a las necesidades de la capital olímpica de 1972.
En este contexto, la ciudad –mediante la iniciativa pública y la privada– se enfrenta al fin a una ambiciosa operación de modernización, especialmente en lo que respecta a las infraestructuras y el urbanismo.
La buena noticia, que dentro de unos años todo debería de ser maravilloso. La mala, lo que nos espera por delante. Atascos, andamios, estaciones en obras, retrasos en los trenes… Las grandes obras que ya están en marcha en el centro histórico y en el barrio de la estación van para largo. En algunos casos, la finalización está prevista en 2029. Aquí una muestra de lo más gordo:
Zweite Stammstrecke
Los muniqueses bien lo sabemos, y lo sufrimos: el S-Bahn (trenes de cercanías) de Múnich está planificado en torno a un tramo ferroviario central, el stammstrecke, que cruza la ciudad de oeste a este pasando por Hauptbahnhof (Estación Central de Trenes), Marienplatz y Ostbahnhof (Estación del Este).
Diseñado con motivo de la ampliación de la red de transporte público para los Juegos Olímpicos de 1972, todas las líneas de S-Bahn –menos la S20– recorren su túnel central, para luego, una vez terminado este stammstrecke, bifurcarse. Por un lado, la frecuencia de paso de trenes en el centro histórico es fantástica. Por otro, en caso de avería, accidente, retraso de una línea… llega el caos, pues todas las líneas se ven afectadas. Algo que, lamentablemente, se ha convertido en una constante.
Tratando de aliviar esta situación, la ciudad lleva años intentando poner en marcha un segundo túnel para poder aliviar la carga de tráfico. Es el llamado zweite stammstrecke, un tramo casi idéntico que circulará prácticamente por las mismas estaciones.
Esta gran obra lleva años de trabajos preliminares y ha arrancado recientemente en el centro histórico. En concreto, detrás de Marienplatz, en el llamado Marienhof. Allí se ha instalado un centro de información, y allí están empezando a circular las primeras máquinas desde este invierno.
En este caso, el mayor caos se prevé en la zona de la estación central, en el mismo Marienhof y en Ostbahnhof, con estaciones nuevas y grandes obras en la infraestructura existente. Las otras estaciones, en principio, no se verán afectadas.
La duración de las obras, recién empezadas, se prevé hasta 2026. Es decir, una década, para realizar un proyecto que, si no hay contratiempos, costará unos 3850 millardos –mil millones– de euros. Múnich ciudad aporta unos 161 millardos, el resto los gobiernos central y bávaro, y la Deutsche Bahn.
Mucha de la información del proyecto puede consultarse en internet (en alemán), en la web del mismo: www.2.stammstrecke-muenchen.de
Nueva estación central y reforma de la plaza
Tras el segundo stammstrecke, seguramente sea la actuación más compleja. Para el ciudadano de a pie y, especialmente, para el turista lo es todavía más. Con mucho. Hablamos de la reforma de la Hauptbanhhof de Múnich, y de su plaza de acceso, una actuación integral y complicadísima desde el punto de vista técnico –la estación no cesa su actividad-, que costará 1,1 millardos y durará hasta 2029.
Más de diez años de obras para reconvertir una estación por la que pasan casi medio millón de viajeros al día, con 900 trenes regionales y de larga distancia, y otros 1100 sbahns circulando diariamente.
A todo este, en la operación hay que tener en cuenta la mencionada obra del stammstrecke, por debajo de la misma, y la ambiciosa reforma urbanística de la plaza, que se ha de reconvertir en peatonal.
La zona, de largo una de las más feas y sucias de la ciudad, es asimismo el punto de partida y llegada de numerosos turistas, que además se hospedan en hoteles situados en las calles aledañas –el barrio concentra casi un tercio de los hoteles de Múnich–. Esto es: un avispero plagado de peatones, tranvías, autobuses, taxis…
Remodelación de la estación de Sendlinger Tor
Seguimos con las infraestructuras ferroviarias obsoletas. En este caso, la estación de U-Bahn de Sendlinger Tor, puerta de entrada al centro histórico por el sur y un importante nudo de transporte con seis líneas de metro y otras cuantas de tranvía, está siendo sometida a una reforma integral.
Es una obra mucho menor que las dos anteriores, si bien las incomodidades para los pasajeros, y para el tráfico rodado, no van a ser pocas. De momento, hay cortes parciales de tráfico en la zona, y la estación de metro está en fase de obras desde finales de 2016. Según han informado medios locales en reiteradas ocasiones, costará unos 150 millones de euros, y se alargará, esto es lo peor, hasta el año 2022.
Existe una web de MVV (en alemán) que da cuenta del proyecto: www.mvg.de/ueber/mvg-projekte/u-bahn/sendlinger-tor-neu.html
Parking en Isartor
No por inesperada y desconocida, hay que menospreciar la obra que acaba de empezar en el Thomas-Wimmer-Ring, y hasta Isartorplatz. Se trata de un aparcamiento soterrado con tres plantas subterráneas y capacidad para 520 plazas, que de momento ya ha cortado varios carriles en el Altstadtring, una de las zonas de mayor concentración de tráfico del centro histórico.
La empresa local WÖHR + BAUER es la adjudicataria de este proyecto, tras imponerse en un concurso público. Las obras, con suerte, terminarán en 2020, dentro de unos tres años. Mientras tanto, el tramo sur del Altstadtring se convierte desde ya mismo en un punto caliente a evitar por los coches que circulen por el centro.
Renovación de instalaciones y pavimento en el centro histórico
Esta es la más pequeña de todas las grandes actuaciones previstas, pero sin duda la más incómoda para el caminante. Stadtwerke München, la empresa pública que gestiona el agua o la electricidad en la ciudad, entre otros, ha emprendido una gran campaña de renovación de instalaciones, también en el centro histórico. Principalmente las instalaciones eléctricas, las de agua caliente y las de agua fría.
Es decir, están abriendo calles, algunas de ellas clave. Este 2017 estará casi todo el año en obras la Sparkassenstrasse, que une Marienplatz y la zona de Hofbräuhaus. Calle levantada, tráfico cortado, como poco hasta otoño. Es la misma operación que están haciendo en el Hofgarten, Odeonsplatz (en este caso terminan en primavera), Theatinerstrasse… Y en otras calles del barrio de la estación, como la Schwanthalerstrasse.
En esta web de la SWM se puede seguir la evolución de las obras: www.baustellen.swm.de
Por si esto fuera poco, ahora que están quitando los andamios de la catedral –tras un lustro de restauración de las torres– va a arrancar una remodelación de la misma Frauenplatz, la plaza de la catedral. Nuevo pavimento y urbanismo que van a mantener uno de los puntos más concurridos del centro patas arriba, como mínimo hasta 2018 –aunque todas las actuaciones previstas se alargarán hasta 2025, según Süddeutsche Zeitung–.
Para acabar, cabe apuntar que estas obras en el centro histórico se verán obligadas a convivir con otras menores, pero no menos engorrosas, que ya existen o se han programado a corto plazo. Es el caso de la reforma de Hugendubel en Marienplatz, que ocupa media plaza y ha obligado a restringir el tráfico de bicis en la zona, o la inminente obra en uno de los edificios centrales de Stachus, el Hotel Königshof, un hotel cinco estrellas tan lujoso como obsoleto que se enfrenta a una transformación integral proyectada por los españoles Nieto Sobejano Arquitectos. En ambos casos hablamos de reformas encaminadas a crear hoteles de lujo. La obra de Marienplatz acaba en 2017, la de Stachus ha de arrancar en 2019.
Para entonces debería de estar en marcha también la restauración del mercado central, Viktualienmarkt, si bien este último proyecto está en fase preliminar.