“Ah, ¿hay algo así en Múnich?” es una recurrente expresión de muchas personas ante el Múnich que no te esperarías encontrar. Siete espacios en diferentes barrios: la mejor carta de presentación de las otras caras de Múnich.
Parte I
Cuando ya has visitado todas las cervecerías históricas, tienes la memoria del “smartphone” llena de fotos panorámicas desde el campanario de San Pedro, cuando el cuerpo te pide movimiento después de dos mass (cervezas de litro) en un tradicional biergarten o necesitas una tregua de la masificación de la comercial Kaufingerstrasse es que ha llegado el momento para descubrir la otra cara de Múnich.
Si definimos “alternativo” como las opciones que se desmarcan de lo tradicionalmente aceptado o que se hace en alternancia.. sí, existe un Múnich alternativo o existen escenas alternativas en la capital bávara incluso si no tenemos distritos berlineses (lo sé, siempre acabamos en la clásica comparación pero para que nos entendamos) de Kreuzberg o Friedrichshain. Este microcosmos alternativo aquí es un tanto más particular y reducido debido a la dispersión de estos en la ciudad pero no por ello son de menor calidad y mucho menos marginales, es más: se han convertido en la norma y moda elegidos por ese Múnich local como referentes culturales, en tendencias de moda, gastronómicas o en líneas de pensamiento.
En mi objetivo de hoy con este paseo no es renegar o desprestigiar a lo tradicionalmente aceptado si no el de enseñar otras caras de Múnich (también aceptadas), las que se alejan de esa cara cada vez más antipática generada por un turismo masivo, precios cada vez más caros o la despersonalización del centro histórico cada vez más protagonizada por la ausencia de espacios de encuentro social y de comercio local. Si los lugares los hacen sus gentes, entonces démosle más de una oportunidad a conocer esos otros Múnich que, en unión, nos enseñan la riqueza de la variedad y la complejidad en sus formas y modos de ser.
Y, entrando en materia, esas otras caras están más cerca de lo que pensamos: en torno al mismísimo centro florecen barrios históricos a través de la cultura, el comercio local, galerías de arte, clubs de techno, grafiti, animados puentes ferroviarios, pubs de culto, cafés de época, viejos canales de agua subterráneos transformados en salas de conciertos indie, talleres de artistas en contenedores de mercancías para barcos, antros subterráneos donde sudar bailando con punk o cumbia, un viejo barco transformado en un bar de moda o proyectos sociales que dan segundas oportunidades a personas y que reviven barrios y son puntos de encuentro social. En esta primera parte iremos a conocer estos florecientes barrios protagonistas en la cultura y estilos de vida “alternativos” de Múnich.
Westend
Sin lugar a dudas si queremos empezar por un referente actual es el barrio obrero y cervecero de Westend, llamado oficialmente Schwanthalerhöhe. A causa de la gentrificación de los antiguos barrios de encuentro de artistas de Múnich, el Glockenbach y Schwabing, ha hecho que la escena alternativa local esté migrando cada vez más al Westend.
Las pequeñas tiendas de diseño se concentran principalmente en Liegsalzstrasse y Schwantalerstrasse, además de ser una zona bien conocida por sus comunas de artistas bohemios y por sus teatros íntimos y vanguardistas, encontramos pequeños diseñadores de moda, bares alternativos y especialmente modernos locales de moda y artesanía local se han trasladado en gran medida a este distrito muniqués.
Quien dio nombre al barrio fue el escultor Ludwig Schwanthaler, que creó la estatua de la Bavaria y que se eleva sobre Theresienwiese exactamente en la frontera entre Schwanthalerhöhe y Ludwigsvorstadt.
El Westend es un distrito que está cambiando, los precios están subiendo y si no se evita correrá el mismo final que el barrio de Glockenbach. Un referente arquitectónico de Schwanthalerhöhe es la fábrica de ladrillo de la Augustiner y el puente de hierro Hackerbrücke que se ha convertido en un lugar de encuentro de moda diario desde el cual es posible tener una vista única sobre las vías de la Hauptbahnhof y disfrutar de maravillosos atardeceres escalando el puente en buena compañía y con una rica cerveza muniquesa.
En la esquina entre Schwantalerstrasse y Parkstrasse encontrarás una verdadera joya del Westend, especialmente para los amantes de la cultura del buen café: Ladencafé Marais. Una antigua mercería y almacén textil de los años 20 elegido como uno de los mejores sitios para desayunar y las comidas, reutilizando muebles viejos en su decoración y en donde siempre encontrarás exposiciones de arte en sus rincones. En el Marais la buena gastronomía se encuentra con la escena artística de Múnich.
Isarvorstadt
Sin embargo, todavía resisten algunos de los referentes de la “escena alternativa” de Glockenback (en el vecino distrito de Isarvorstadt) como es el “Club Milla” (Holzstrasse 28), un antiguo canal de agua subterráneo en desuso convertido en una de las salas música en directo y discoteca más auténticos de la ciudad con una oferta cultural prácticamente diaria y centrada en los estilos indie y rock.
Cada vez se abren más pubs, pequeños cafés y restaurantes en los barrios de Schlachthof y Dreimühlen, también en Isarvorstadt, ofreciendo a los residentes multiculturales una gran selección de locales como punto de encuentro.
Eso, a pesar del aumento de los alquileres que está provocando que muchos residentes abandonen el barrio y que antiguos espacios vecinales y culturales hayan desaparecido.
En este punto muchos hemos llorado de rabia y tristeza por el cierre del que fue por muchos y maravillosos años uno de nuestros lugares de encuentro más especiales de Múnich: el Viehhof (el antiguo matadero del 1878). Desde 2007, este espacio pasó a ser un lugar de encuentro cultural y social con el “Wirtshaus im Schlachthof” (una de las mejores tabernas-cabaret de Múnich, siendo referente en este género hasta día de hoy), un cine de verano y biergarten donde degustar una variedad de delicias culinarias a precios populares.
En 2018 llegó la terrible noticia: el Viehhof desapareció y en su lugar se ha ocupado con nuevo teatro de la ciudad (Münchner Volkstheater) y, a escasos metros, el Bahnwärter Thiel (Tumblingerstrasse 29), un proyecto cultural para los amantes de lo alternativo en donde numerosos contenedores, tranvías y vagones de ferrocarril, todos decorados con interesantes grafitis y en torno a huertos urbanos, fueron convertidos en estudios y talleres de artistas, cafés y bares. Por la noche hay una amplia gama de eventos culturales ya sea conciertos, espectáculos de comedia stand-up, proyecciones de cine no comerciales y fiestas de música. Es aquí donde los amantes del techno y la electrónica encontrarán su lugar de culto.
No hace falta salir del barrio para seguir descubriendo auténticas joyas y es que a escasos metros de Bahnwärter Thiel nos espera uno de los lugares alternativos más recientes en Múnich: el Alte Utting (Lagerhausstrasse 15) un viejo barco de recreo del lago Ammersee que iba a ser desguazado y que fue salvado en el último momento afortunadamente con este gran proyecto para salvarlo y darle otro (buen) uso. ¿Quién no ha deseado relajarse al sol en la cubierta de un “MS Utting”, disfrutando de un atardecer u obra de cabaret en la sala de máquinas, además de poder saborear platos típicos africanos, italianos o asiáticos en su biergarten trasero, acompañados de buena música en directo? Yo sueño con ello cada día. No sólo ofrece oferta nocturna nuestro amado Alte Utting, para los mañaneros tienen el mejor lugar para desayunar y participar en clases de yoga.
Al este
Del suroeste damos un salto al otro margen del Isar, vamos a acercarnos al límite entre los barrios de Au y Giesing. Bajo un puente ferroviario, y a escasos metros de la parada de U-bahn Kolumbusplatz, nos adentramos en un paraíso de casas de madera construidas en los árboles. Hoy os proponía que íbamos a soñar y a esto me refería, nos conectamos con nuestro yo más infantil para imaginar esos cuentos de hadas y brujas en el bosque.
Aquí se hacen realidad: Gans Woanders (Pilgersheimerstrasse 13). Este café cultural, que arrancó en 2020, quiere ser un lugar de encuentro para todos los residentes de Múnich y, sobre todo, ofrecer un escenario para un programa cultural diverso. Es un sitio perfecto para ir en familia, cenar estupendas pizzas hechas en horno de leña (con opciones veganas en pizzas y tartas) y participar en eventos culturales gratis de gran calidad con exposiciones, lecturas, teatro de improvisación y pequeños conciertos.
Nos quedan dos paradas y manteniéndonos en este margen este del Isar nos vamos hacia el norte en donde en el afrancesado barrio de Haidhausen un antiguo taller ha sido transformada en un espacio de arte: el Kunstraum Lothringer 13 (Lothringer Strasse 13). Aquí se puede encontrar una amplia variedad de exposiciones y proyectos artísticos donde se apoya y promociona tanto a artistas locales como internacionales, ya sean nuevos como consagrados. Los nuevos formatos y lenguajes artísticos tienen su espacio aquí para desarrollarse y darse a conocer. La sala se divide en tres partes: la principal dedicada a exposiciones, otra donde se encuentran libros, publicaciones y revistas, y la última como laboratorio para la formación y la investigación en donde los jóvenes artistas son apoyados y seguidos en el proceso creativo y de aprendizaje.
Kreativquartier
La última de las propuestas es quizás uno de los mejores cierres a un paseo por esta Múnich creativa, local y alternativa. Una buena guinda del pastel. Entre Neuhausen y Schwabing nos espera el colorido y multicultural Kreativquartier (Dachauer Strasse 112d) en donde vivir, trabajar, la cultura, el arte y el saber se unen en esta enorme área de cinco hectáreas que un día fueron cuarteles y fábricas de armamento (Prinz Luitpold Kaserne) de finales del siglo XIX que hoy acogen espacios y estudios (incluso viviendas) dirigidos por artistas y diseñadores, así como instituciones e iniciativas para la educación artística y cultural.
Las start-ups socioecológicas investigan y prueban modelos alternativos de sociedad. Esto no acaba aquí: teatros, almuerzos multiculturales, fiestas, galerías, espacio para graffiti y murales, sesiones de música abiertas a todas/os –jam session– y conciertos de enorme calidad. Uno de los espacios es ya un clásico de la escena: Import Export. Este espacio es el perfecto equilibrio entre la diversidad cultural y sus manifestaciones artísticas, además de ofrecer un acogedor lugar de encuentro lleno de comodísimos sofás. En pocos lugares como éste es posible disfrutar de geniales bandas locales e internacionales, tanto en el espacio al aire libre del patio como dentro del club. Los almuerzos aquí son bárbaros.
Abandonando Kreativquartier es imposible no maravillarse con el nuevo Schwere Reiter, el templo para amantes de las artes escénicas independientes en los campos de la danza, teatro y música. Desde 2008 que lleva siendo un referente consiguiendo ser lugar de celebración de festivales tan importantes como la Bienal de Múnich, un festival que desde 1988 ofrece un foro para el teatro musical joven y experimental.
Hasta aquí esta primera ronda, pero no la única.