Hasta el 4 de septiembre, tenemos la oportunidad de observar la nueva obra de Olafur Eliasson, Sonnenenergie 22, en la rotonda interior de la Pinakothek der Moderne de Múnich. No obstante, existen varias localizaciones en la ciudad donde admirar la obra del danés de forma permanente.
Olafur Eliasson es conocido por sus grandes esculturas e instalaciones. Trabaja con elementos y fenómenos de la naturaleza y sus obras han sido expuestas en las principales localidades del mundo. En 1995 establece su Studio Olafur Eliasson en Berlín, un laboratorio para la investigación del espacio. Luego de su formación artística en la Real Academia Danesa (de 1989 a 1995) el trabajo en colaboración con diferentes especialistas le abre el camino para realizar proyectos en gran escala. En su laboratorio, situado en una antigua fábrica de cerveza en Prenzlauer Berg, trabajan en conjunto 30 arquitectos, ingenieros, artesanos y ayudantes.
‘Sonnenenergie 22’ (‘Energía solar 22’)
La luz, especialmente la luz solar, es uno de los elementos recurrentes en la obra de Eliasson. En palabras del mismo artista, Sonnenenergie 22 se va creando continuamente con el movimiento de la tierra en relación al sol.
Sobre la Rotonda del museo cuelga un disco de dieciocho metros de diámetro. En su superficie se refleja, con movimientos lentos, la luz solar captada por espejos circulares colocados en la parte superior de la rotonda. Es la rotación de la tierra la que va “dibujando” las formas de luz proyectadas sobre la tela.
La obra tiene vida propia, cuando el sol no brilla, se apaga. Especialmente el movimiento de las nubes, crean un ritmo interesante al apagar y encender las proyecciones intermitentemente.
La obra vive en su relación con el sol y la rotación de la tierra. Esta “dependencia“ puede ser una metáfora hacia nuestra propia vida y la relación con la naturaleza.
Sonnenenergie 22 se expone en el hall de entrada del museo y se puede visitar gratis. Los domingos la entrada a la Pinacoteca de la Modernidad cuesta solo 1 €.
Presencia permanente de Olafur Eliasson en Múnich
También en el hall de entrada de otro importante museo de Múnich, el Lenbachhaus en la Königsplatz, nos encontramos con otra obra monumental de Eliasson, construida para el mismo, Wirbelwerk (Torbellino, 2012). Una espiral de metal pulido y 450 cristales de colores alcanza en movimientos circulares las profundidades para aspirar y elevar nuevamente a la superficie. Esta es la dinámica del torbellino. Este principio de la fuerza centrífuga fue conocido en la época de la Iluminación en el 1800 y su descubrimiento ayudó a entender diferentes fenómenos naturales.
La escultura de Eliasson, iluminada por dentro proyecta sus sombras y luces de colores en las paredes de la entrada creando un solo espacio donde conviven la arquitectura de Norman Foster con la arquitectura de la villa toscana de Franz von Lenbach . Sus 811 cm x 813 cm cuelgan del techo y casi rozan las cabezas de los visitantes.
En el patio de planta pentagonal, Viscardi del pasaje Fünf Höfe, salida a la calle Theatiner , flota Sphere (Esfera, 2003) . Como su nombre indica, una esfera de acero de 10 m de diámetro y 8 toneladas compuesta por la superposición espiralada de bandas de acero que forman una compleja estructura geométrica de simetría quíntuple. Y en esta obra el artista también hace uso de las ciencias naturales, ya que esta estructura se basa en las llamadas lineas de Ammann, estructura usada para la definición química de cuasicristales.
Las partes superior e inferior de la esfera están abiertas, de manera que desde abajo vemos el cielo, un espacio infinito en contraposición con la estrechez del espacio del patio y con el espacio del interior de la esfera. Su superficie de metal pulido refleja la luz y a la vez su estructura se proyecta en sombras en las paredes sin esquinas del patio.
Westend o Schwanthalerhöhe nos ofrece otra obra monumental de Olafur Eliasson : la escalera sin fin o como la llama el artista Umschreibung (Circunscripción o Perífrasis, 2004), un título que deja espacio para diferentes interpretaciones como lo hace la misma escultura.
En el patio de un edificio de oficinas se levanta esta escalera metálica de nueve metros de altura compuesta por dos espirales que nos llevan hacia arriba y hacia abajo en un movimiento continuo sin alcanzar nunca el destino final.
Sus curvas en movimiento contrastan con la rigidez de la arquitectura que la alberga y crean un espacio propio sin paredes.
En 2004 esta obra recibe el premio mfi Kunst am Bau, otorgado por una asociación para incentivar obras de arte en espacios inmobiliarios.
Y por ultimo una obra que muchos han visto sin saber que pertenece a Olafur Eliasson. El gran ventanal en el edificio del vestuario de la ópera de Múnich hacia la plaza Marstall. Bühnenfenster (2005) es un escenario en sí mismo de vidrio y espejos. Su colorido rojo y verde se asocia al interior del teatro como a los techos de cobre de los alrededores. Los pasantes no son solo espectadores sino también actores ya que mientras el espejo superior atrapa el cielo, el espejo inferior refleja a la gente y la vida en la plaza. Según Olafur Eliasson: “…Traté de hacer el espacio publico intensamente tangible al proyectar en la fachada de la plaza una obra de teatro en tiempo y espacio real“
Podríamos nombrar otra obra de Olafur Eliasson en Munich. La pared de musgo (Mooswand) en la fachada de la Münchener Rückversicherung cerca del Jardin Ingles. Un intento de dar protagonismo a la naturaleza en la vida laboral. La pared de piedra de toba italiana impregnada con musgo debía transformar la fachada de acuerdo a los cambios de las estaciones. Lamentablemente , en palabras del personal de seguridad, la reaseguradora no tiene „mano para las plantas“ y hoy solo queda la piedra desnuda.
Más información:
Barer Strasse 40
Muniqueando: Pinakothek der Moderne
Web de la Pinakothek der Moderne
Mapa de localizaciones en Múnich donde ver obras permanentes de Eliasson:
Gedonstr. 8, 80802 München