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Museo BMW

Con unos 500.000 visitantes anuales (2012), el museo BMW es el segundo más visitado de la ciudad tras el Deutsches. Actualmente y tras una importante reforma, expone unos 120 vehículos de la marca bávara en un espacio de 5.000 m2.

Varios modelos en altura

Dos años en Múnich han tenido que pasar para que me interesara de verdad por el contenido del museo BMW, tantas veces visitado desde el exterior junto con el vecino –y gratuito– BMW Welt. Lo confieso, los coches y el motor no son mi punto fuerte, si bien reconozco que muniqueando como voy esta era una parada obligada que además necesitaba de cierta atención. Aprovechando la pasada edición de la Larga Noche de los Museos se la concedí finalmente.

Diseñado junto a los cuarteles generales de la BMW y coincidiendo con la celebración de los Juegos Olímpicos de Múnich de 1972, el museo de la marca de automóviles bávara fue inaugurado formalmente ya en el verano de 1973. El diseño exterior, especialmente innovador para la época, ofrece como resultado un edificio de forma semiesférica. Fue proyectado por el arquitecto austríaco Karl Schwanzer.

Museo y, en segundo plano, torre principal de BMW


De la misma forma que la propia BMW, el museo ha ido mejorando su proyección internacional, hasta que su formato original quedó desfasado. En 2004 se inició por ese motivo una ambiciosa obra de modernización y ampliación soterrada de las instalaciones, que concluyó en 2008 con la disposición actual: la de un complejo que reúne una superficie expositiva próxima a los 5.000 metros cuadrados.
En 2008, por su parte, el gabinete arquitectónico Coop Himmelb(l)au finalizaba a unos metros un nuevo inmueble e hito para exhibir modelos contemporáneos de la casa, el denominado BMW Welt. Este lugar, de entrada gratuita y sin casi contenido histórico, se ha consolidado como la atracción turística más popular de Múnich, al alcanzar los 2,5 millones de visitantes anuales según la propia BMW. El museo, que sí cobra entrada, rondó los 500.000 visitantes en 2012.

BMW Welt


Museo
El resultado de la reorganización del museo BMW es un recorrido por la historia de Fábricas Bávaras de Motores, nombre completo en español (en alemán Bayerische Motoren Werke), desde su fundación oficial en 1923 hasta nuestros días. Durante estos casi cien años, la automovilística ha pasado de desarrollar motocicletas, o incluso motores de avión durante la Segunda Guerra Mundial, a competir por el liderazgo mundial entre las marcas de coches de alta gama. Una posición reforzada en sus últimos tiempos con la adquisición por parte del grupo de otras marcas de prestigio en diferentes segmentos de mercado, como Mini o Rolls-Royce.

Vehículo de los años 20


Grosso modo, el museo se encarga de mostrar esta evolución al visitante, a partir de siete colecciones diferentes dedicadas al diseño, la historia, las motocicletas, la tecnología, la competición, la propia marca o el desarrollo de modelos y series. En mi opinión, el recorrido está exquisitamente presentado, aunque primando el proselitismo a la propia historia –algo lógico, por otro lado, en un museo de marca–. En este sentido, por ejemplo, se echa en falta información en la exposición permanente sobre el papel de BMW durante el nazismo y la Segunda Guerra Mundial. Únicamente es posible ver un sidecar de los usados durante la contienda, sin que haya ninguna alusión a la antigua planta de Allach en la que se usó mano de obra procedente del campo de concentración de Dachau.

Panel vacío sobre la producción civil en 1940


Moto y sidecar


Por otro lado, los automóviles expuestos son abundantes, en mayor medida por ejemplo que en el museo Audi. Aunque la cifra oscila según la temporada, en total se muestran unos 120 coches, desde los años 30 a la actualidad, o al mañana –a través de prototipos–. Esto incluye motos, vehículos de competición, un par de autos de fórmula 1 y otros más convencionales. En el espacio central del museo, varias alturas por debajo del vestíbulo principal, una interesante selección de modelos deportivos y roadster esperan al visitante. Entre estos, un Z3 de color azul fabricado específicamente para la película de James Bond Golden Eye (1995).
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Roadsters. Al fondo, izquierda, el de James Bond


Prototipo


Fórmula 1 de los 80


Espacio de marca


Finalmente, cabe destacar que los antiguos espacios expositivos, en altura y dentro del cuerpo principal del museo, se dedican en la actualidad a las exposiciones temporales.
Visitas y precios:
El museo BMW abre de martes a domingo de 10 a 18 horas. Cerrado los lunes.
En cuanto a precio de la entrada, la general cuesta diez euros, por siete la reducida.
En cuanto al BMW Welt, es gratuito y abre de 9 a 18 horas a diario. Los tours por la fábrica son posibles entre semana reservando con bastante antelación (de seis a ocho semanas).
Más información:
Am Olympiapark 2
www.bmw-welt.com/en
Muniqueando: BMW
Cómo llegar:
U-Bahn U3. Parada en Olympiazentrum
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