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Ludwigstrasse

Tan potente visualmente como fría, la Ludwigstrasse es uno de los principales bulevares muniqueses, conectando el centro histórico con el distrito de Schwabing. Además de palacios neoclásicos y la Universidad, acoge algunos interesantes monumentos como la Ludwigskirche o la Siegestor.

Ludwigstrasse

Proyectada en el marco del Reino de Baviera durante el reinado de Luis I, en los primeros compases del siglo XIX, la Ludwigstrasse es un opulento y a la vez extraño bulevar.

Fastuoso en lo relativo a la presencia, única, de palacios y grandes edificios institucionales de corte neoclásico. La mano de los arquitectos predilectos de Luis I, Leo von Klenze  y Frederich von Gärtner, se deja notar desde el primer al último número de la avenida. Al primero le corresponde el diseño de la parte inicial, con Odeonsplatz y los edificios ministeriales de los aledaños, mientras que el segundo fue el autor del extremo septentrional, con la Biblioteca Estatal de Baviera, el complejo universitario, la Ludwigskirche o el arco de triunfo (Siegestor). Edificios la mayoría de ellos de inspiración románica, que destacan por sus dimensiones, sus fachadas de piedra clara y, por supuesto, sus arquerías de medio punto.

Siegestor

En cuanto a la extrañeza que puede provocar la Ludwigstrasse, sin duda guarda relación con el hecho de que se trata de una calle fría, atestada de tráfico, en la que no existe apenas la actividad comercial y los árboles o espacios verdes brillan por su ausencia. Si bien es cierto que durante los horarios lectivos la comunidad universitaria llena de vida gran parte de la vía, fuera de éstos aparece a menudo, y para el viandante, desangelada, gélida.

Eso sí, respecto a los elementos patrimoniales de la Ludwigstrasse –cuyo nombre hace referencia al mismo Luis I–, no son pocos los lugares a tener en cuenta. En ambos extremos aparecen sendos portones, Odeonsplatz en la parte del Altstadt –al sur– y la Siegestor hacia norte, mientras que por el camino destacan la iglesia universitaria Ludwigskirche, de estética neorománica, y, especialmente, la Biblioteca Estatal de Baviera.

La iglesia, inaugurada en 1844, que cuenta con uno de los frescos más grandes del planeta. Se trata de una reproducción del Juicio Final obra de Peter von Cornelius, situada detrás del altar mayor.

Fachada principal de la Ludwigskirche

Por su parte, la Bayerische Staatsbibliothek incorpora diez millones de volúmenes, entre los que hay unos 90.000 manuscritos y casi 20.000 ejemplares de incunables. Esto supone la custodia, por ejemplo, de los Carmina Burana o de una Biblia de Gutenberg. Inaugurada en 1558 por el duque Alberto V, el edificio actual lleva el sello de Von Gärtner, si bien es fruto de la reconstrucción posterior a la II Guerra Mundial.

Homero, a la puerta de la Biblioteca Estatal de Baviera

Cabe mencionar también la sede central de la Ludwig-Maximilians-Universität (LMU). Se halla al final de la avenida, en la plaza conocida como Geschwister Scholl en honor a los hermanos Scholl y el grupo de resistencia antinazi la Rosa Blanca. Aunque la LMU fue fundada en 1472, no se trasladó a Múnich hasta 1826, fecha en la que se inauguraron las citadas instalaciones.

Diversos tribunales de Justicia y ministerios bávaros se encuentran en la misma Ludwigstrasse, así como unos pocos bares y clubs, próximos a Odeonsplatz.

Más información:

Ludwigstrasse

Web de la LMU

Web de la Biblioteca Estatal de Baviera

Cómo llegar:

U-Bahn U3, U6, U4 y U5. Parada en Odeonplatz

Autobús 100 o 153. Paradas en Odeonsplatz o Von-der-Tann-Strasse

Cómo llegar:

 

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