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Los precios de la vivienda en Múnich: una locura sin fin

Pocos pisos y cada vez más caros, carísimos, rozando ya lo prohibitivo. Así está el mercado inmobiliario en Múnich, ciudad más cara de Alemania en lo que al mercado de la vivienda respecta. En 2017, alquilar cuesta unos 20€/m² de media; comprar queda alcance de unos pocos elegidos.

Gráfico de Wohnungsboerse.net: alquilar un piso de unos 40m2 cuesta unos 24€/m2 en Múnich. /WB


 

En 2015 (este gráfico de SZ.de), el precio del alquiler estaba en 15€/m2. /SZ

Cuentan que en los años 60 del siglo XX, etapa de gran expansión económica e inmobiliaria en Múnich, comprar una vivienda en la ciudad era algo asequible. Quizás no para todos sus habitantes, pero una gran parte de la población podía hacerlo. Lo de alquilarla no necesita ni siquiera mención: no era nada complicado. Hoy en día, el panorama es radicalmente diferente. Lo peor de todo, no es siquiera necesario contar en pesetas (en marcos, en este caso), para comprobar cómo han cambiado las cosas.

Hace solo una década, alquilar un apartamento en Múnich raramente superaba los 1000 euros mensuales, kalt (sin gastos de agua, comunidad, etc). Convertida ya en la capital más cara dentro del mercado nacional, y cada vez más elitista, los alquileres hacia 2010 todavía se situaban entorno a los 12€ por metro cuadrado de media. Esto es, tal y como constatan la totalidad de los informes sobre el precio del suelo, un piso de unos 40 metros venía a costar entre 500 y 600 euros mensuales en Múnich (a unos 15€/m²); uno de unos 100 metros, valía de 1100 a 1300 euros (a 11-13€/m²).

Lo peor estaba por llegar. Desde 2013, los precios se han disparado y, pese a los diferentes intentos desde el ámbito de la política, no hay quien ponga coto a la escalada. A día de hoy, encontrar un piso se ha convertido en una misión casi imposible, tanto por el elevado precio, como por las exigencias de los alquiladores, que reclaman a los interesados unos ingresos cada vez más altos hasta el punto que cada vez se excluye a más gente del mercado.

En cifras, según diferentes informes (como el de la web Wohnungsboerse.net), alquilar un piso ya cuesta unos 20€/m² de media en Múnich. Es decir, casi 2000 euros mensuales por una vivienda de 90 metros; y más de 1000 por una de cincuenta, un apartamento de un dormitorio. En Baviera, los precios de la vivienda de alquiler se sitúan en unos 15€/m²; en Alemania, alrededor de 8€/m².

Mucho peor está el mercado de compra. Aquí los precios de Múnich siguen imparables, hasta el punto que han contaminado el mercado en las localidades limítrofes. Ya en 2015, último año del que hay datos publicados, comprar una vivienda en Múnich superaba los 5000€/m² de media. En barrios céntricos, hablamos del doble (o el triple). En Hamburgo o Frankfurt (las otras dos urbes ”caras” de Alemania), comprar cuesta unos 3500€/m² de media. En Berlín, a pesar de la presión urbanística y el proceso especulativo que vive la capital, la media queda en unos 2500€/m², según datos del periódico Frankfurter Allgemeine.

Gráfico del Abend Zeitung sobre los precios de la vivienda de compra en Baviera (2016). /AZ


Los precio de la vivienda de compra en ciudades alemanas (2016). FAZ

Para que nos entendamos, comprar un pequeño apartamento en Múnich, con un dormitorio, cocina, comedor y aseo, con suerte, con mucha suerte, rondará el medio millón de euros. Adquirir una casa con su jardín en la ciudad son palabras mayores, un acto solamente al alcance de unos pocos afortunados: partimos de un millón largo de euros, más bien de dos.

Mientras tanto, las grúas han inundado la ciudad, y se construye a mayor intensidad que en los últimos años. Se están edificando barrios enteros, tanto a las afueras (Perlach, Freiham…) como en grandes solares que quedaban en el centro (parque olímpico con Dachauer Strasse, Arnulfpark y Arnulfstrasse, Hirschgarten, extremo norte de Leopoldstrasse…), incluso más rápido que infraestructuras para la población (la red de metro, por ejemplo, parece estancada). Por ver queda si los nuevos inmuebles que van a ir saliendo al mercado contribuyen a enfriar la escalada de precios o, por el contrario, simplemente ayudan a engrosar las arcas de los grandes promotores inmobiliarios y propietarios de suelo y vivienda.

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