Uno de los monumentos más sorprendentes de Baviera es la Befreiungshalle, o Sala de la Liberación, promovida por el rey Luis I en la ribera del río Danubio a su paso por la localidad de Kelheim, 100 kilómetros al norte de Múnich. Conmemora la victoria de las tropas germánicas contra Napoleón Bonaparte en la Batalla de las Naciones.
Curiosamente, si Baviera se convirtió en Reino en 1806 al contar con el apoyo de Napoleón Bonaparte, seguramente pudo conservar ese estatus gracias a cambiar de bando y enfrentarse al emperador francés en el tramo final de las Guerras Napoleónicas, particularmente en la Batalla de las Naciones (o Batalla de Leipzig) en octubre de 1813.
A la unión de los pueblos germánicos contra el invasor francés está dedicada la Befreiungshalle, un impactante monumento situado sobre un cerro en la ciudad histórica de Kelheim, justo en la confluencia del río Danubio con su afluente Altmühl y el canal Rin-Meno-Danubio.
La construcción comenzó en 1842 de la mano del arquitecto Friedrich von Gärtner, si bien fue asumida por Leo von Klenze tras la muerte del primero, y finalizada ya en 1863. Ambos fueron los arquitectos predilectos del rey Luis I, gran admirador de la cultura clásica que promovió en Baviera a través del arte y la arquitectura.
Estructura
La Befreiungshalle es un edificio de planta central basado en la arquitectura romana y paleocristiana, cuya cúpula adornada por varias filas de casetones recuerda a la del Panteón de Agripa.
Desde el exterior se perciben los diferentes niveles del edificio, sobresaliendo dieciocho contrafuertes rematados por otras tantas esculturas colosales, alegorías todas ellas de los pueblos germanos. No es una cifra casual, ya que el desenlace de la comentada Batalla de Leipzig tuvo lugar el 18 de octubre de 1813.
En el interior, donde se dispone una amalgama de mármoles impresionante, encontramos 34 figuras de mármol blanco que representan Diosas de la Victoria, diseñadas por el escultor Ludwig Schwanthaler. Entre ellas, placas de bronce con inscripciones relacionadas con la contienda bélica.
En el suelo, justo en el medio, una inscripción evoca la unión de los germanos en la Guerra Napoleónica, con el siguiente mensaje: “Que los alemanes nunca olviden lo que la lucha por la liberación hizo necesario y cómo ganaron”.
Danubio como eje vertebrador
Con el nacimiento del Reino de Baviera en 1806, los Wittelsbach (familia real bávara) ampliaron sus dominios hacia el oeste y el norte al incorporar las regiones históricas de Suabia y Franconia, y el río Danubio pasó a situarse en el centro geográfico del nuevo país.
Aprovechando el cauce del Danubio, y la ciudad histórica de Ratisbona, el rey Luis I impulsó varios proyectos urbanísticos en la zona con los que trató de fomentar la cohesión territorial en la “nueva” Baviera. Es el caso del Befreiungshalle, pero también del Wahlhalla, una réplica del Partenón de Atenas dedicada a la exaltación de personalidades alemanas, también a orillas del Danubio unos 30 kilómetros al este.
Otras intervenciones destacadas en el área fueron la finalización de la catedral gótica de Ratisbona, cuyas torres carecían de agujas, o el diseño de un canal para conectar el Danubio con el Meno.
Kelheim
La ciudad de Kelheim (Baja Baviera, 16 000 habitantes), es una de las plazas históricas de Baviera. Situada en la confluencia del Danubio y el Altmühl, fue gestionada por la familia Wittelsbach desde el siglo XI, y conserva un centro histórico amurallado.
Weltenburg
Además de la Befreiungshalle, en sus alrededores encontramos otro destacado monumento histórico. Se trata del claustro benedictino de Weltenburg, fundado hacia el siglo VIII y ubicado igualmente a orillas del Danubio, a la entrada de la denominada Garganta del Danubio.
El monasterio es parcialmente visitable, con la iglesia de San Jorge (obra de los Hermanos Asam) y la cervecería homónima, con un restaurante y un biergarten abiertos al público.
Cómo llegar:
Para llegar por carretera desde Múnich, hay que tomar la A9 hacia Núremberg y luego la A93 hacia Ratisbona. Por la Salida de Abensberg dirigirse directamente hasta Kelheim. Detalles:
En transporte público se puede ir en tren regional desde Múnich hasta Saal an der Donau. Allí hay que tomar un autobús a Kelheim
Visitas:
Abierto todos los días del año, excepto 24, 25 y 31 de diciembre, 1 de enero y martes de Carnaval. De 1 de abril a 1 de noviembre, abierto de 9 a 18 horas. En invierno, de 10 a 16 horas.
En cuanto a los precios, la entrada general cuesta 4,5€. Los menores de 18 años no pagan.
Más información:
Befreiungshallestraße 3; 93309 Kelheim
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