Tal día como hoy, hace 34 años, tuvo lugar uno de los peores atentados terroristas perpetrados en Alemania desde la posguerra. La explosión de una bomba a las puertas del Oktoberfest mató a trece personas e hirió a muchas otras.
El 26 de septiembre de 1980 es uno de los días más tristes de la historia reciente muniquesa. A las 22:19 horas explotaba una bomba, depositada en una papelera, junto a una de las puertas de acceso al recinto de Oktoberfest.
En total, fallecieron trece personas y se registraron más de 200 heridos, 68 de ellos graves. Entre las víctimas hubo niños y personas que quedaron mutiladas. Falleció también el único terrorista oficialmente vinculado hasta la fecha con aquel acto: Gundolf Köhler, un estudiante alemán militante de la agrupación de extrema derecha Wehrsportgruppe Hoffmann – Grupo deportivo de defensa Hoffmann–. Este colectivo había sido ilegalizado a inicios de aquel año.
Si bien no han quedado totalmente claras las motivaciones de aquel brutal atentado contra población civil, existen diversas teorías que tratan de vincular a la extrema derecha alemana, pero también a servicios de inteligencia, en un complot teóricamente dirigido a atemorizar a la población civil de la Europa aliada, en el marco de la Guerra fría y con los países del bloque comunista y los grupúsculos de extrema izquierda en el bloque occidental como enemigos.
Al respecto, el diario La Vanguardia publicaba hace unos meses (27 de abril de 2013) una interesante entrevista a Andreas Kramer, historiador e hijo de Johannes Kramer, antiguo oficial de los servicios secretos alemanes vinculado a la red Gladio. Esta fue una banda terrorista que operó en los años 70 y 80 supuestamente auspiciada por la CIA y la OTAN. En la citada entrevista, Kramer vincula a su padre con el atentado de Múnich.
Memorial
En 1981 se instaló en el lugar del suceso una placa en recuerdo de las víctimas, un pequeño monumento que fue completado posteriormente, en 2008. En el mismo, compuesto por una columna (inicial) envuelta por una plancha de acero (posterior), es frecuente el depósito de flores.
El lugar exacto de ubicación es la cara norte de Theresienwiese, justo en la entrada principal y unos metros más arriba de la boca de metro que da acceso al recinto.
Más información:
Muenchen.de: detalles sobre el monumento en recuerdo de las víctimas, en alemán
20130427. La Vanguardia: Andreas Kramer: “He golpeado un nido de avispas”
Informaciones publicadas sobre el tema en Sueddeuetsche Zeitung