TOP

Hohenschwangau: a la sombra de Neuschwanstein

Eclipsado por el impacto visual, y la fama, de su vecino, el castillo de Hohenschwangau no termina de atraer a los miles de visitantes que visitan la zona a diario. La mayoría se marcha sin conocer este majestuoso edificio neogótico, construido en la primera mitad del siglo XIX, verdadero origen de Neuschwanstein.

hohenschwangau_20121209

Hohenschwangau, desde Neuschwanstein

”Pues por fuera es muy bonito”. Cuando un pasea por la calle principal de Hohenschwangau, frases como esta se escuchan fácilmente de boca de turistas que han acudido al lugar atraídos por la fuerza visual del palacio de Neuschwanstein. Por lo general, no se refieren a Neuschwanstein, que seguramente terminarán visitando, si no al segundo castillo que encontramos en la zona: ”el amarillo”, ”el del padre” (de Luis II), Schloss Hohenschwangau, el palacio del Condado del Cisne. 

Construido entre 1832 y 1837 en estilo neogótico, son verdaderamente pocos los turistas que se animan a traspasar la puerta de Hohenschwangau, una fortaleza erigida por el rey Maximiliano I de Baviera sobre las ruinas del antiguo castillo de Schwanstein, datado del siglo XII.

Se trata, no obstante, de un completo palacete cargado de historia. No solo fue el lugar de veraneo de Maximiliano y su mujer, la reina María de Prusia, así como de sus hijos, el príncipe Luis y su hermano Otón. Es el lugar donde el mismo heredero, convertido en el rey Luis II de Baviera, residió durante largas temporadas a la espera de que finalizaran las obras de Neuschwanstein.

hohenschwangau2

Hohenschwangau, desde el Alpsee en verano

A diferencia de Neuschwanstein, que es propiedad del land de Baviera desde la llegada de la República, Hohenschwangau pertenece a la familia Wittelsbach (herederos de la monarquía bávara), que lo recuperó en 1928. Quizás por esta razón se conserva en el interior una interesante colección de objetos pertenecientes a la familia, principalmente al regente Leopoldo y al mismo Luis II.

La limitada afluencia de visitantes, asimismo, parece haber contribuido a una correcta conservación del espacio, que además se visita tranquilamente en grupos mucho menos poblados que en su popular vecino.

La Sala del Festival, o los dormitorios de María y el monarca de turno, cuentan con interesantes pinturas murales que narran la historia del condado de Schwangau y la misma dinastía Wittelsbach, gobernante en Baviera durante siglos.

En cuanto al exterior, Hohenschwangau cuenta con un pequeño jardín y una plaza fortificada. Desde la terraza, las vistas de Neuschwanstein y el lago Alpsee merecen la pena.

Visita
Si para visitar Neuschwanstein es casi imprescindible reservar con antelación, para conocer Hohenschwangau todo resulta mucho más sencillo, salvo en contados días de temporada alta.

La entrada cuesta lo mismo que a Neuschwanstein: 12 euros por persona, si bien es gratis para menores de 18 años. Jubilados y grupos a partir de 15 personas pagan 11 euros por persona, incluyendo en todos los casos una audioguía en español. Se pueden adquirir en las taquillas del Ticket Center.

Sobre los horarios de visita, como en el caso de Neuschwanstein, Hohenschwangau abre todos los días, excepto el 24, 25 y 31 de diciembre, así como el 1 de enero. De abril a mediados de octubre, abren de 9 a 18 horas; de mediados de octubre a marzo, la apertura es de 9 a 16 horas.

Llegar desde Múnich
Los accesos son idénticos que en el caso de Neuschwanstein. Se pueden consultar detalladamente en este post anterior.

Más información:

Alpseestrasse 12, 87645 Hohenschwangau

Web oficial: www.hohenschwangau.de

Aterrizado en Múnich por casualidad y establecido por convencimiento, Jordi es un periodista reconvertido felizmente a guía. Editor de Muniqueando y colaborador freelance en varias revistas, ha convertido su pasión por los viajes (y por Baviera) en una profesión. Es guía oficial de Múnich y socio en Bayern a medida. En temporada alta pasa más tiempo en los Alpes que en su casa. Adora los tours por Múnich, especialmente si son en bicicleta.

Deja tu comentario