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Mirador Torre San Pedro

Qué ver en Múnich en un día

Como es lógico, un día nunca es tiempo suficiente para conocer a fondo una ciudad. Pero, ¿y si solamente disponemos de ese tiempo? Con esa idea intentamos comprimir lo mejor de Múnich en un itinerario de unas pocas horas.

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Turistas esperando que suene el carrillón en Marienplatz. /@jordi_orts

Son muchos los viajeros que nos preguntan qué ver en Múnich en un solo día. Antes de intentar responderles aquí en un único post, y como siempre nos queda el derecho a pataleo, es justo resaltar que una jornada nunca es tiempo suficiente para conocer una ciudad de 1,5 millones de habitantes como esta, con todo lo que tiene para ofrecer.

En cualquier caso y como el tiempo del viajero es el que es, aquí va una propuesta de itinerario, bien organizada de principio a final con una duración aproximada de 10 horas.

Primera hora

9 de la mañana. Lo dicen casi todas las guías y no les falta razón: el lugar donde todo empieza en Múnich es Marienplatz, la plaza de María –a la que se puede llegar en metro o bien, si venimos de Hauptbahnhof, atravesando el centro desde la Karlstor–.

En Marienplatz encontramos algunos de los principales monumentos de la ciudad, como el neogótico Neues Rathaus o su antecesor, el Altes Rathaus. Ambos majestuosos edificios son reconstrucciones de los originales, destruidos en la II Guerra Mundial, pero no dejan de ser inmuebles singulares y fotogénicos. En medio mismo de la plaza, la Columna de María o Mariensäule, con su escultura de la Virgen María.

Vista la plaza en unos minutos –si lo que nos interesa es escuchar y ver el carrillón, habrá que regresar a las 11 o a las 12 horas–, mi propuesta pasa por seguir en dirección a la iglesia de San Pedro, Alter Peter, a la que llegamos en unos metros por la calle de Rindermarkt. A partir de las 12 de la mañana abren la torre de esta iglesia, que ofrece un mirador con espectaculares vistas. No cabe menospreciar tampoco el interior barroco.

Mirador Torre San Pedro
Vista desde el mirador de la Torre de San Pedro. /@jordi_orts

Aún no han abierto los comercios, pero seguimos en busca de la comercial Sendlinger Strasse, con la idea de alcanzar la pequeña y delicada iglesia rococó del Altstadt muniqués, la Asamkirche. Vista la parroquia, regresamos sobre nuestros pasos para torcer a la derecha por la Dultstrasse.

Este giro nos conduce al mercado central, Viktualienmarkt, no sin antes pasar por delante de la Nueva Sinagoga, el Museo de la Ciudad y el elegante mercado gourmet de Schrannenhalle. Sobre Viktualienmarkt, bien vale un paseo de 15 minutos descubriendo tiendecillas de todo tipo. Si el tiempo acompaña, puede ser buen lugar para tomar una cerveza en su biergarten.

11 de la mañana. Tras desayunar una weisswurst y una cerveza de trigo en el biergarten de Viktualienmarkt, o bien en una cervecería de la zona, como puede ser la Weisses Bräuhaus o Beim Sedlmayr, mi consejo es seguir por la calle Tal en busca de la Isartor. Antes de llegar a la puerta, una de las tres que quedan del antiguo recinto amurallado, una buena idea es torcer a la izquierda e ingresar en la Marienstrasse. A la altura del lujoso hotel Mandarin Oriental la calle cambia de nombre en honor a nuestra siguiente parada. Es la Bräustrasse que nos conduce directos a la  Hofbräuhaus.

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Flores en Viktualienmarkt

En la Hofbräuhaus am Platzl podemos repostar en caso de no haberlo hecho con anterioridad. A mediodía la cervecería más famosa de Múnich se presenta tranquila, algo totalmente diferente a lo que en realidad es: un local por el que pasan casi millón y medio de clientes al año, en el que caben 3500 personas todas juntas, siempre animadas por el amargo de la cerveza y a menudo por el sonido de la música tradicional. Aún sin parar a tomar algo, recomendaría recorrerla de abajo a arriba, lo que incluye la sala del festival en la segunda planta.

Una vez fuera, nuestro camino sigue hacia el antiguo palacio real –Alter Hof– por la Pfisterstrasse. Podemos invertir también unos minutos viendo souvenirs en la empedrada Orlandostrasse.

Tras pasear por Alter Hof, seguimos hacia la plaza de Maximiliano José donde encontramos la sede de la Ópera y el Palacio Real, la Residenz.

12 del mediodía. Es una pena, pero con tan poco tiempo no es posible entrar a la Residencia, ni tampoco callejear por la lujosa Maximilianstrasse, diría de conformarnos con hacerlo por la Residenzstrasse hasta alcanzar Odeonsplatz. Aquí encontramos la Fedlherrnhalle y la iglesia de San Cayetano, que merece por lo menos que nos asomemos.

La ruta podría seguir por la Theatinerstrasse hasta la galería comercial de Fünf Höfe. Si la cruzamos por el interior, a través de la calle principal, llegamos a la plaza de la catedral. La Frauenkirche, aunque también reconstruida, exige unos minutos de atención y un paseo por sus naves de estilo gótico. A pesar de estar encajonada entre edificios, no hay que menoscabar la importancia y altura de esta gran iglesia, con capacidad para 20 000 feligreses. Es uno de los iconos principales a nivel local.

No muy lejos de allí, remontando la Kaufingerstrasse, es interesante pasarse también por el gran templo renacentista muniqués: la iglesia de San Miguel. A una fachada preciosa, recién rehabilitada, sumamos un interior no menos atractivo, con su bóveda de cañón y las tumbas de algunos reyes y gobernantes bávaros. Es el caso de Luis II.

¿Mejor con un guía? Tour Múnich esencial

Aquello que he presentado aquí para las primeras horas del día, es más o menos lo que presentamos en Múnich esencial, nuestra visita guiada a pie por Múnich (Bayern a medida), que tiene lugar de lunes a sábado de 10 a 13 horas. En español, en grupos reducidos. Importante no confundir con un freetour, ya que nosotros, como guías oficiales, no organizamos las denominadas visitas gratuitas en las que se paga al guía con una propina. Nuestras visitas guiadas, de mayor duración y profundidad, tienen un precio fijo establecido.

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Mediodía

Pasada la 1 de la tarde. Es hora de comer y, dado que el tiempo es oro, recomendaría algo céntrico y que no reste muchos minutos a nuestro contador. Esto es: volver a por una salchicha o bocata a un puesto de Viktualienmarkt; o bien comer rápidamente por el centro.

Tras la comida es momento de salir del centro, más o menos visto. Mi propuesta es ingresar en el Englischer Garten a través de Odeonsplatz –o bien en metro o bien desandando el tramo final de la mañana –. Primero cruzamos el Hofgarten y luego pasamos por delante de la Haus der Kunst. Lo mejor a mi modo de ver es no entrar en el Jardín Inglés por el primer camino, sino caminar por Prinzregentenstrasse junto al parque hasta alcanzar la zona de la ola de surf. Un pequeño detalle que merece una fotografía.

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La ola de surf en el Eisbach. /@jordi_orts

Ahora sí, momento de entrar en el Englischer Garten, el inmenso jardín metropolitano en el que podemos pasear junto al Eisbach o visitar pequeños monumentos como la Torre China. Esta incluye biergarten, a veces animado musicalmente, lo que puede inspirar una nueva pausa.

De tarde

5 de la tarde. Visto el Jardín Inglés, podemos salir por la Giselastrasse. Esto es, la parte baja del barrio de Schwabing donde encontramos preciosos palacetes modernistas. Como el tiempo apremia, mi consejo es tomar la línea U3 de metro en dirección Moosach. Esta es la puerta de entrada más rápida al complejo de BMW y el Parque Olímpico.

Llegamos casi a hora de cierre, pero alcanzamos a dar una vuelta por el interior del BMW Welt, el gran edificio contemporáneo que la marca bávara ha abierto junto a su fábrica y museo para presentarle al mundo, y a los turistas, sus coches. Es gratis.

Saliendo de BMW simplemente hay que cruzar el puente peatonal sobre la autovía para entrar en el Olympiapark. En el parque construido para los Juegos Olímpicos de 1972 podemos disfrutar de una sofisticada arquitectura en un ambiente de calma total. Los más ambiciosos pueden obtener grandes vistas de toda la ciudad desde lo alto de Olympiaberg, o bien desde la Olympiaturm –en este caso hay que pagar entrada–.

19 horas. Así, totalmente desfondados y regresando al centro en un vagón de metro –U-Bahn 3 de nuevo, ahora hacia el sur–, termina la ruta de un día por la ciudad de Múnich, que casi calificaría de maratoniana.

Por supuesto, no hay tiempo para pasear ni visitar los museos de la Kunstareal, ni tampoco para conocer el Palacio de Nymphenburg, rincones que yo mismo he calificado aquí como imprescindibles en Múnich. Eso queda para la próxima visita.

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QUÉ VER EN VARIOS DÍAS

Aquí tenemos algunos itinerarios más amplios de varias jornadas:

También un post con 10 imprescindibles de Múnich.


Aterrizado en Múnich por casualidad y establecido por convencimiento, Jordi es un periodista reconvertido felizmente a guía. Editor de Muniqueando y colaborador freelance en varias revistas, ha convertido su pasión por los viajes (y por Baviera) en una profesión. Es guía oficial de Múnich y socio en Bayern a medida. En temporada alta pasa más tiempo en los Alpes que en su casa. Adora los tours por Múnich, especialmente si son en bicicleta.

Comentarios (3)

  • Ivonne Ortiz

    Mil gracias por tú recomendación nos sirvió muchísimo, justo buscábamos que hacer un día y nos fue muy útil la información proporcionada.

    reply
  • David y Elena (Madrid)

    Muchas gracias por el Führung del Tercer Reich y por tus recomendaciones sobre la ciudad. Hemos aprendido mucho gracias a tus excelentes explicaciones.
    ¡Abrazos!

    reply

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