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Souvenirs y regalos

Sentenciados con frecuencia al ostracismo en trastero ajeno, los souvenirs son una condena obligatoria para la mayoría de viajeros, que han de solventar antes de su regreso a casa. En Múnich se imponen las jarras de cerveza u otros artículos folclóricos, aunque la oferta de clásicos como imanes o camisetas es abundante.

Si hay un momento detestado por muchos en el transcurso de un viaje, ese es la compra de recuerdos para regalárselos a los seres queridos al regresar a casa. Sin olvidar la máxima imprescindible del bueno, bonito, barato, trataré de ofrecer algunos consejos para que la compra de souvenirs en Múnich no sea una pesadilla.

Alimentación. Uno de los souvenirs más baratos y originales que uno puede comprar en Múnich para llevarse a su casa es una botella de cerveza. Augustiner, Hofbräu, Hacker-Pschorr o Löwenbräu, son todas ellas maltas difíciles de encontrar fuera de Baviera, todavía hoy. Además, el coste es irrisorio (unos 80 céntimos por botella en cualquier supermercado). Por el contrario, es una compra siempre arriesgada para el transporte por tratarse de líquido y vidrio, directamente inviable para aquellos que viajan en avión acompañados solamente de equipaje de mano.

Igualmente tradicionales y originales son las Weißwürste muniquesas, que podemos encontrar envasadas al vacío y listas para el viaje en casi todas las carnicerías de Viktualienmarkt. Las venden más baratas en los supermercados convencionales, mientras que algunas tiendas gourmet del centro las ofrecen envasadas en atractivas latas (por ejemplo, Dallmayr). Como complemento reclaman un bote de mostaza dulce.

Por aportar un último elemento en la categoría de alimentación, muy original y menos económico es adquirir una botella de ginebra The Duke (por unos 28 euros), fabricada en Baviera y vendida en lugares como Manu Factum o Schrannenhalle. Muchos más licores encontramos en la céntrica Whisk(e)y Shop tara, detrás de Marienplatz.

Objetos tradicionales. Es innegable la autenticidad de la jarras de cerveza en el universo bávaro -se debería de pensar bien a quien se la vamos a regalar, tratando de evitar que sea condenada a acumular polvo-. Las hay de varios tipos: las más sencillas de vidrio o las más barrocas de porcelana, con su correspondiente tapa metálica. Las primeras son menos caras (6 a 20 euros) y se pueden comprar en cualquier cervecería, por ejemplo la tienda de la Hofbräuhaus. Las segundas reciben el nombre de Krug y las venden por todo el centro histórico, especialmente en Orlandostrasse (la calle de los souvenirs por antonomasia), Rindermarkt (Geschenke Kaiser) o Neuhauserstrasse (Max Krug). Lo peor en este caso, el precio, que puede alcanzar los 100 euros. Eso sí, existe una forma alternativa y económica para comprar una jarra auténtica: colarse en un mercadillo de segunda mano y rebuscar a la caza de una joya entre los trastos viejos. Esta forma es mi preferida, aunque no es accesible en la mayoría de casos al viajero.

Otros regalos tradicionales en oferta en Múnich son los relojes de cuco, figuras de porcelana, etcétera. Los podéis encontrar en las calles y tiendas donde venden las jarras. En el mismo saco pero en el otro extremo, si hablamos de precios, encontramos los imanes de nevera, por lo general una apuesta segura. A la venta en kioscos de prensa junto a postales.

Ropa. Ya detallados en otro artículo dedicado al tema, los trajes típicos de los Alpes, Dirndl y Lederhose, son un regalazo a propios y ajenos, aunque corremos el riesgo de pasarnos de folclóricos. El traje de mujer se vende completo desde unos 70 euros, el pantalón de cuero de hombre no debería bajar de los 100 euros (a partir de 150 euros si queremos calidad).

Más allá de la vestimenta regional, Múnich es buen lugar para adquirir textiles técnicos para la práctica del deporte. Mis preferidos son los grandes almacenes especializados Schuster, Globetrotter y SportScheck. Ninguno de ellos es económico, pero tienen material de muy buena calidad.

Tradición y diseño, juntos. Algo raro en Múnich pero muy atractivo, bajo mi punta de vista, es la combinación entre tradición y modernidad que presenta la tienda Servus Heimat. La encontramos en varios lugares, de los que mis preferidos son la tienda del Museo de la ciudad y el Tal, 20. Me quedo con sus cuidadas camisetas que van más allá de lo guiri, sus tazas de porcelana con elementos alpinos o los delantales de cocina. El problema, no venden barato.

En este sentido, otra buena tienda en la que encontramos regalos similares es Obacht, en Ledererstrasse. Son geniales sus chapas, las fundas de móvil en fieltro o sus postales.

Libros. La oferta de libros en Múnich es casi infinita y abarca el sector turístico. El gigante Hugendubel tiene una selección magnífica de libros sobre la ciudad, algunos de ellos fotográficos. En un lateral de su tienda de Marienplatz, en plena calle, venden algunos libros de años anteriores a precios de saldo (hasta 5 euros).

Esto no es una rareza, ya que los libros rebajados están prácticamente por todas partes, en las numerosas librerías del Altstadt. Hay alguna que tiene sección de segunda mano.

Otros. No quería dejar pasar aquí la tienda del Deutsches Museum, con una sucursal en Rindermarkt. Allí encontramos básicamente juegos y juguetes estrechamente vinculados a la ciencia y en ocasiones al mismo museo muniqués. Me llaman la atención especialmente sus barajas de cartas para practicar conocimientos, idiomas, etc.

Más información:

Muniqueando: Souvenirs (Oktoberfest)

Muniqueando: Oktoberfest: pequeña guía para comprar (o no) Dirndl y Lederhosen

Aterrizado en Múnich por casualidad y establecido por convencimiento, Jordi es un periodista reconvertido felizmente a guía. Editor de Muniqueando y colaborador freelance en varias revistas, ha convertido su pasión por los viajes (y por Baviera) en una profesión. Es guía oficial de Múnich y socio en Bayern a medida. En temporada alta pasa más tiempo en los Alpes que en su casa. Adora los tours por Múnich, especialmente si son en bicicleta.

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